Apr 292011
 

Uno de los principales problemas que confrontan muchos artistas es el de comunicarse correctamente con el objetivo de lograr propósitos determinados. Una pregunta que resulta esencial antes de diseñar cualquier tipo de comunicación ,es la de  definir con claridad que respuesta esperamos de cada uno  de nuestros  interlocutores o nuestros públicos.

En la vida cotidiana esto se da espontáneamente y sin mucho esfuerzo. Por ejemplo, cuando conocemos a alguien y esa persona despierta nuestro interés, inmediatamente, o al poco tiempo, determinamos si lo que nos interesa de la misma es una relación de amistad, una intima o si lo que queremos es a esa persona como pareja estable. En función de lo que esperamos estructuramos todo nuestro discurso y lo dirigimos a lograr la respuesta deseada. En el mercadeo ocurre lo mismo.
Antes de desarrollar cualquier tipo de comunicación por cualquiera de las vías a nuestro alcance ,tenemos que definir exactamente que respuesta esperamos de cada uno de los públicos a quien nos vamos a dirigir. No va a ser lo mismo la comunicación que tenemos que hacer cuando deseamos recibir apoyo en recursos y fondos , que cuando deseamos que se nos diga sí a un proyecto o cuando buscamos generar conciencia o preferencia hacia lo que hacemos.
Cada ejercicio de comunicación tiene que ir precedido de la pregunta : que respuesta espero de este determinado público, y a partir de ahí y sólo entonces estaremos en condiciones de armar nuestro discurso.
No importa lo que yo quiero decir, lo que importa es lo que yo quiero escuchar y tenemos que hacer capaces de lograr la respuesta que esperamos de una manera precisa y directa induciendo la misma de una manera inequívoca.