Sep 132010
 

Ya sea en la actividad artística o en cualquier otra, el tema de la auto imagen es vital a tener en cuenta para poder desarrollar una labor de mercadeo acertada.
La forma en que nos auto percibimos es vital para poder desarrollar una gestión de mercadeo y una estrategia de comunicación promocional efectiva de lo que hacemos . La  autopercepción puede estar referida a nuestra persona, a nuestra gestión o a nuestra producción artística y es algo de lo que nadie puede escapar. Siempre vamos a desarrollar una  percepción hacia “adentro” pero es esencial que no siempre nos dejemos arrastrar por lo resultados a que lleguemos, pues puede ocurrir que el hecho de pensarnos como lo que no somos haga que nos equivoquemos en el público a quien nos dirijamos, el precio que fijemos, los intermediarios que utilicemos para llegar a nuestros mercados finales y  los códigos y medios de comunicación que seleccionemos.
Por poner un ejemplo sencillo: si nos pensamos como exclusivos y no lo somos, estaremos apoyándonos en toda una serie de variables de mercado equivocadas para sintonizar con nuestros públicos, los que además desestimarán nuestra propuesta por considerarla engañosa. No debemos etiquetarnos precipitadamente y debemos dejar que sea el propio mercado, la crítica y el público los que nos coloquen en el lugar que nos corresponde.
Las señales objetivas, subjetivas y discursivas que emitimos individualmente o como grupo en nuestra condición de producto, son percibidas por los públicos como rasgos de identidad y ellos van conformando lentamente nuestra imagen de marca. Esta imagen de marca, que se genera en la mente de los públicos, puede llegar  a ser extraordinariamente fuerte, constituyéndose en un activo intangible de extraordinario valor para cualquiera y como la mas valiosa en términos de mercado.
Nunca vamos a dejar de auto percibirnos, pero tenemos que ser muy objetivos al utilizar esa auto percepción con fines de mercadeo, pues ella puede salvarnos o hundirnos.