May 192010
 

P- Se ha asentado la idea de que cuando hablamos de marketing estamos hablando directamente de comercio, ¿existe alguna diferencia entre ambos?

R- Definitivamente sí. El marketing es una disciplina con un cuerpo teórico–práctico que no cumple todavía sus 100 años de vida, y el comercio es una actividad socio-económica y cultural de larga data en la historia de la humanidad. Sin embargo, comercio y marketing están enlazados en un espacio común que es el mercado y habiendo hecho entonces esta afirmación  de partida, quisiera referirme a qué entiendo por mercado, para delimitar y entender en que punto marketing y comercio coinciden.

Yo diría que el mercado es ante todo, un espacio natural de intercambio y relación. Desde que el mundo es mundo el hombre ha estado vinculado a él. Para no ser absoluta, pudiera decir que solo en los inicios, cuando el hombre era muy primitivo, y resolvía él mismo todas las necesidades de su existencia cazando, pescando o pintando en una cueva, su vida no estaba signada por este espacio. Pero una vez que el hombre comenzó a especializarse en algo a través de su trabajo, y comenzó a tener un excedente, comenzó el “trueque” de productos, y poco a poco esta actividad comenzó a realizarse con alguna periodicidad en un espacio físico concreto primeramente local, que adquirió después mayor alcance y diferentes características, pero que definitivamente dio paso a la noción de mercado o mercados, con la que habitualmente operamos en la actualidad. Desde que este proceso comenzó, el hombre empezó a desarrollar habilidades naturales para lograr realizar intercambios efectivos en beneficio propio, por lo que las habilidades para “mercadear” son tan viejas como el propio hombre.

Sin embargo, este proceso histórico de carácter intuitivo para realizar intercambios en beneficio propio o mutuo, comenzó a profesionalizarse en la medida en que las relaciones en el mercado comenzaron a estar signadas por el dinero como valor universal de cambio, con lo que las relaciones de intercambio natural se convirtieron en relaciones de transacción (compra y venta) y comenzaron a profesionalizarse, a partir del desarrollo de lo que conocemos como comercio. Este proceso comenzó a hacerse más y más complejo y competitivo con el surgimiento del capitalismo, y es en este contexto básicamente lucrativo, que surgen a principio del siglo XX los primeros pronunciamientos acerca de una nueva disciplina denominada marketing, con la que las viejas prácticas de mercadeo comenzaron a perfeccionarse y en la que los principios básicos de cómo lograr intercambios cada vez más beneficiosos comenzaron a integrarse, por primera vez, en un cuerpo teórico y práctico.

Esta disciplina, que en sus  inicios estuvo determinada por el desarrollo del comercio, ha estado desde entonces en constante evolución, habiendo alcanzado un gran desarrollo teórico y sobre todo practico, al integrarse y nutrirse de disciplinas científicas tales como la psicología, la demografía, la economía o la sociología, de las que ha asimilado enfoques y técnicas de gran valor teórico y operativo. El marketing ha logrado desarrollar una serie de enfoques de gran efectividad, y armar una “caja de herramientas” que ha probado ser muy útil en cuanto a su capacidad para hacer efectivo cualquier tipo de intercambio así como para “colocar” o “descolocar”  cualquier cosa en las mentes de cualquier tipo de público. Por este motivo, desde hace varias décadas, los enfoques y las herramientas del marketing han sido asumidos por organizaciones no necesariamente lucrativas para ser incorporados a sus procesos de gestión. Desde entonces y hasta hoy, el marketing no es patrimonio del comercio y por eso aliar o confundir marketing con comercio es un error que limita nuestras opciones a la hora de aprovechar y aprender a utilizar un cuerpo de conocimientos y prácticas que pueden ayudarnos a “vendernos”  y “colocarnos” en la mente de nuestros públicos de una forma atractiva e inteligente, sin que necesariamente (como casi siempre se piensa), el marketing haga publicidad engañosa, provoque un consumismo irracional o implique hacer concesiones estéticas y de principios. Con la energía atómica se puede matar o salvar vidas, con el marketing pasa lo mismo, su uso lo decide el que tiene en sus manos la responsabilidad social de su aplicación.

May 192010
 

Estimados lectores:
En días pasados, se me realizo una entrevista con el objetivo de promover una polémica sobre la controvertida relación entre mercado, comercio, marketing y arte. Pongo a consideración de ustedes la misma, a los efectos de mover el pensamiento,  la reflexión y el intercambio sobre temas de tanto interés para todos los que trabajamos en esta actividad. Las preguntas que se me hicieron fueron las siguientes:

1. Se ha asentado la idea de que cuando hablamos de marketing estamos hablando directamente de comercio, ¿existe alguna diferencia entre ambos?
2. ¿Lo comercial atenta contra lo artístico?
3. ¿Podemos considerar que el mercado legitima al arte?
4. ¿Cómo defender el arte de las secuelas inevitables del mercado?

Acontinuación encontrarán las respuestas que di a cada una de ellas. Espero les  resulten de interés .

Saludos,

Cristina Amaya

May 052010
 

Para la mercadotecnia, las funciones básicas que corresponde realizar a cualquier intermediario  son las siguientes:

  • INVESTIGAR. La investigación es una de las funciones más importantes que deberá realizar cualquier intermediario, y es una de las más difíciles de realizar en el sector artístico-cultural, dada la especialización de los mercados por manifestación. Corresponde al intermediario investigar las posibilidades que tiene lo que hacemos en los mercados de nuestro interés, y mantenernos actualizados de los resultados que vaya alcanzando, a los efectos de retroalimentarnos para poder realizar un intercambio más efectivo. Cualquier investigación de este tipo es costosa, pues requerirá una inversión en esfuerzo humano, tiempo, “know how” y dinero.
  • PROMOVER Será función de los intermediarios, realizar una promoción efectiva de nuestra oferta, y para ello tendrá que contar con un paquete de materiales promocionales en diferentes soportes, que satisfaga el nivel de calidad y requerimientos de información que cada mercado exige. Generalmente, los representados proporcionan un grupo de materiales base que después los intermediarios recomponen en nuevos soportes con la calidad requerida. En algunos casos, cuando los materiales de base son de muy mala calidad, o insuficientes, el intermediario asume completamente la elaboración del paquete promocional.
  • CONTACTAR Aún cuando nosotros tratemos de contactar a posibles interesados en nuestro trabajo, recaerá sobre los intermediarios el trabajo de contactar a éstos, y a todos los otros que puedan constituirse en mediadores de nuestra gestión. Los intermediarios deberán se capaces de establecer contacto con la mayor cantidad de entidades y personas interesadas en nuestro trabajo. Este es un esfuerzo permanente, que requerirá de muchas relaciones, tiempo, recursos y constancia.

  • SELECCIONAR Los intermediaros tendrán, a partir de su conocimiento de cada mercado y de ofertas concurrentes, la capacidad de seleccionar aquellas propuestas que mejor encajen en su área de trabajo. Esto hace, que quizás no todo lo que hagamos sirva para un determinado circuito, y sin embargo, funcione para otro.

  • AJUSTAR A partir de conocer los requerimientos de los espacios y circuitos a penetrar, los intermediarios estarán en condiciones de sugerirnos modificaciones y ajustes a nuestra o nuestras propuestas, en la medida en que ellas no dañen su esencia. Las recomendaciones más comunes, están relacionadas con la duración, la cantidad de personas, la existencia o no de intermedio, conveniencia o no de determinados temas, de desnudos, el idioma, ajustes en los formatos. etc.
  • NEGOCIAR Corresponderá a los intermediarios negociar a nombre nuestro, por lo que deberá existir una total sintonía entre él y nosotros, y éstos deberán conocer a fondo nuestra propuesta, nuestras condiciones de trabajo y nuestras exigencias mínimas . Negociar es un arte, y de una buena o mala negociación dependerá en mucho nuestro desempeño en un mercado particular. Una vez que el negocio esté hecho, sus términos serán de estricto cumplimiento y todo aquello que se negoció mal, o no se tuvo en cuenta, pesará sobre nosotros y podrá dar al traste con un feliz desempeño.
  • DISTRIBUIR Los intermediarios deberán ser capaces de diseñar y coordinar toda la logística necesaria para que nuestro producto llegue al público final con la calidad requerida, en tiempo y satisfaciendo nuestras exigencias mínimas. Muchas veces los intermediarios sub-contratan entidades especializadas en realizar los diferentes trabajos que se requieren por proyectos puntuales, como pueden ser: agencias montadoras, agencias de touring, agencias de transportación, agencias aseguradoras, etc.

  • FINANCIAR Es habitual que los intermediaros financien determinadas aspectos como parte del proceso de promoción, negociación y realización final de nuestro trabajo. Estos elementos pueden ser de muy variada índole, y muchas veces es capital que se anticipa, y se descuenta después, de los beneficios o partidas que se asumen como parte de los costos de operaciones. Entre los elementos más comunes están: gastos de producción, gastos por concepto de realización de materiales promocionales, gastos por concepto de participación en actividades o eventos promocionales y/o comerciales, pago de transportación local, alquiler de ropa de invierno, organización y realización de conferencias de prensa, alquiler de soportes técnicos, instrumentos u otros elementos necesarios para garantizar el hecho artístico.
  • ARRIESGARSE Toda actividad conlleva un riesgo, y el trabajo de los intermediarios también. Colocar cualquier producción artística  en un circuito, requiere una gran inversión de tiempo, recursos y esfuerzo sostenido, y si la aceptación del público final no se corresponde con lo previsto, el impacto puede ser grande en términos económicos, de gestión y hasta de imagen.

Todo representado debe exigir a su representante o intermediario la realización de estas funciones. Si el intermediario no sabe que esto es lo que le corresponde hacer, o no es capaz de asumir o realizar eficientemente este trabajo, estamos entonces perdiendo un tiempo precioso, fatalmente “encadenados”, a alguien que vive de nosotros, pero que no trabaja para nosotros.

El nivel de compromiso que conlleva el trabajo con intermediarios, exige que seamos muy cuidadosos en el momento de su selección, y que seamos conscientes de que tener un intermediario no significa que ya todo está resuelto. Aún y cuando tengamos un buen intermediario, deberemos estar alerta acerca de su gestión, y no desestimar nuevos intereses que puedan aparecer hacia nuestra propuesta los que podríamos trasladárselos para que enriquezca su trabajo.

May 052010
 

Existen para la mercadotecnia diferentes tipos de intermediarios, los que se clasifican básicamente por la relación que establecen con el producto o los servicios que van a distribuir.

Algunos intermediarios compran y revenden las producciones de otros, y en este caso se denominan intermediarios comerciales, las agencias de representación buscan clientes y pueden negociar a título del productor pero no reciben título de propiedad sobre los productos que representan y se les conoce como intermediarios agentes. Algunos compran los derechos de uso o distribución de los nombres artísticos, comerciales, imagen o marca registrada y reciben diferentes denominaciones, como pueden ser ;concesionarios, licenciatarios o franquiciadores, y por último,algunos intermediarios participan en la distribución como proveedores de servicios (publicidad, transporte, bancos etc.) y se conocen como facilitadores. Un ejemplo de facilitadores son las llamadas agencias de “touring”, que son contratadas por las agencias de representación artística, con el objetivo de garantizar toda la logística (transportación, comidas, alojamiento) etc. de las giras que organizan.

Es obvio que los intermediarios que estamos señalando desde la mercadotecnia son intermediarios que actúan dentro del mercado artístico-cultural, con objetivos básicamente comerciales, pero existen otros mediadores, que favorecen la producción artística sin propósitos económicos, los que también propician el contacto del arte con el público, y cuya función fuera de este ámbito, también es vital para la realización del arte. Podemos pensar en gobiernos con políticas culturales fuertes, instituciones sin fines de lucro, filántropos que actúan como mecenas modernos etc.

La selección de intermediarios es un asunto muy delicado y estratégico, que va a impactar en el resto de los elementos de la mezcla mercadotécnica.  Al seleccionar intermediarios, estamos estableciendo una relación de tiempo, de al menos de dos años, con alguien a quien vamos a entregar nuestra producción para que la coloque en un uno o varios mercados o circuitos. Si la selección es acertada, las posibilidades de éxito son altas, pero si nos casamos con alguien equivocado, estaremos “hipotecando” nuestro trabajo por ese tiempo, y estaremos perdiendo otras oportunidades. Cuando por error o desconocimiento, nos aliamos también con intermediaros que no tienen buena imagen, esta transferencia de imagen pasará a nosotros, y costará mucho esfuerzo poder modificarla.

Para la mercadotecnia la selección de intermediarios y el diseño de un canal distributivo parte de una pregunta clave: ¿dónde está el publico final al que quiero llegar? y a partir de ahí se estructura el canal. No será lo mismo el canal necesario para llegar a China, que para llegar a Costa Rica,  al Museo de Arte Moderno de New York o al público de Sidney. Cada diseño de canal es único, y específicamente concebido para un propósito particular.

Aún y cuando los intermediarios en la esfera artístico-cultural, juegan un papel importante para los artistas, el desarrollo y las posibilidades económicas y de gestión que han llegado a alcanzar algunos intermediaros en el contexto globalizado en que vivimos, los ha convertido en verdaderos dueños monopólicos de determinados circuitos de distribución a nivel mundial. Este copamiento en la distribución se observa con mas fuerza que en otras en la esfera audiovisual y la discográfica.

Antes de buscar intermediarios, debemos tener claridad acerca de varias cuestiones estratégicas de carácter interno sin cuya definición estaremos trabajando a ciegas: Estas cuestiones son las siguientes:

  • Naturaleza y características particulares de nuestra propuesta.
  • Posicionamiento que buscamos.
  • Mercado (s) a los que queremos llegar.
  • Recursos con que contamos para lograr ese objetivo.

Antes de firmar con alguien para que nos  represente o distribuya, es muy importante conocer a fondo las posibilidades reales y el prestigio con que cuenta esa persona o entidad, y en que medida su trabajo se aviene a nuestros intereses y a lo que hacemos. Lanzarnos a ciegas a esta aventura, puede resultar muy riesgoso. Los principales elementos que tenemos que conocer acerca de nuestros intermediarios en  este proceso son los siguientes :

Acceso al o los mercados o circuitos  de nuestro interés.

  • Prestigio y eficacia probada en el giro.
  • Catálogo que representa o ha representado.
  • Dominio de su función.
  • Antigüedad.
  • Recursos financieros con que cuenta.

Las variables anteriores, constituyen los criterios fundamentales que debemos considerar al seleccionar intermediarios, y que no deberemos dejar de tener en cuenta, aún y cuando sean ellos, los que nos seleccionen a nosotros.

A pesar de que estos elementos resultan óptimos desde el punto de vista teórico, para la mercadotecnia no son suficientes. Es imprescindible lograr que nuestros intermediarios crean totalmente en nuestro trabajo, se enamoren de nuestras propuestas, y estén en total sintonía con nuestros objetivos artísticos, nuestra moral y nuestra ética como persona. Si no se crea un entendimiento total, no se promueve un clima de sinceridad, y no se logra una energía positiva que permita el desarrollo de un trabajo en equipo, el resultado será sumamente estresante, y es posible que los resultados mercadotécnicos  no sean los que esperamos. Una comunicación permanente y positiva es imprescindible, para lograr que esta relación de trabajo sea una relación productiva y feliz.

Apr 192010
 

En cualquier negocio de patrocinio intervienen  dos partes con intereses y posibilidades diferentes pero unidas por el interés de ambas de beneficiarse con el uso de  atributos, propiedades o recursos que la otra posee. La caracterización de cada una de las partes que intervienen en esta relación es la siguiente:

EL PATROCINADOR

  • Es una persona u organización con recursos.
  • Tiene claro él o los públicos objetivos a los que quiere llegar.
  • Produce, distribuye y/o comercializa productos o servicios de marca reconocida.
  • Le interesa lograr difusión y credibilidad para  sus productos o servicios en los segmentos de su interés o esfera de actividad particular.

EL PATROCINADO

  • Realiza una actividad pública de amplia difusión o reconocimiento.
  • Tiene un prestigio reconocido en determinadas esferas de actividad a diferentes alcances: local, nacional, internacional etc.
  • Trabaja para determinados segmentos de públicos.
  • Puede tener vida limitada o ser permanente en el tiempo.
  • Generalmente no cuenta con recursos suficientes para enfrentar su actividad.

Como observamos a simple vista, mientras el patrocinador cuenta con suficientes recursos, el patrocinado necesita recursos pero es dueño de actividades de gran valor para el primero. Sería entonces interesante preguntarnos que puede esperar cada parte de esta relación lo que en términos generales podemos resumir de la siguiente manera:

El patrocinador puede esperar :

Mayor difusión, credibilidad para sus productos al ponerlos en uso frente al público, lograr visibilidad en segmentos específicos, mejorar su posicionamiento frente a la competencia, lograr comunicación para sus productos o servicios en momentos de ocio y transferencia de imagen.

El patrocinado puede esperar:

Recursos fundamentales para el desarrollo exitoso de su gestión los que pueden ser en efectivo, servicios o productos y transferencia de imagen al aparecer el nombre comercial o los productos y servicios  del patrocinador en su comunicación o actividades.

A cambio del apoyo recibido los patrocinados deben preparar para el o los diferentes patrocinadores diferentes paquetes de beneficios. Estos paquetes de beneficios (en base al monto de los aportes que se reciban) contemplan generalmente  en las actividades artístico culturales las siguientes acciones:

  • Aparición del nombre comercial, logo o marca del patrocinador en el sistema gráfico del patrocinado lo que puede comprender: soportes audiovisuales, página Web, catalogo central, programas de mano, programas de temporada, afiches, carátulas de DVDs, folletos promocionales, invitaciones, entradas, o en los propios eventos que éste organice.
  • Menciones por audio, spot televisivos, o en anuncios de diferentes tipos que genere el patrocinado.
  • Reconocimientos especiales en programas impresos o actividades de relaciones públicas que este realice.
  • Derecho a un  número de invitaciones para las actividades ya sean especiales o relacionadas con la propia actividad.
  • Derecho a ubicaciones preferenciales en actividades programadas o especiales.
  • Disponer sin costo de la presencia de los artistas o sus obras en actividades especiales que organice el patrocinador. (Siempre que esto haya sido debidamente acordado.)
  • Transferencia de imagen
  • Otras tantas como se consideren.
  • Encuentro con los artistas, avisos preferenciales sobre  pre estrenos actividades especiales etc.
Apr 092010
 

El patrocinio es un negocio en el que ambas partes reciben una contraprestación y donde  se asumen por las partes determinados niveles de “riesgo” si  no cumple con lo acordado.

Es muy importante establecer con suma claridad: a qué se compromete cada parte y cómo, dónde, cuándo y por que medio se dará cumplimiento a ello. Es muy importante también establecer por que tiempo o para qué actividades en particular se hará el arreglo.

La creatividad en las actividades artístico- culturales y su capacidad de improvisación y cambio, obligan a  revisar periódicamente los compromisos contraídos a fin de  analizar y ajustar con el patrocinador cualquier cambio que pueda surgir .

Se recomienda establecer entre las partes un contrato donde se establezcan oficialmente y queden registrados por escrito los términos de compromiso, cumplimiento, deberes y derechos de las partes involucradas.

Este documento servirá de guía para las acciones que se acometan y posibilitará conocer “exactamente” y sin lugar a dudas cuáles son  los niveles de compromiso de las partes.

Los elementos que recogerá este contrato se parecen mucho a los de cualquier contrato tipo y son los siguientes:

Identificación clara de las partes.

Objeto del contrato. Especificar  que objetivos se persiguen y sobre que propiedades se hace el patrocinio.

Términos. A qué se compromete cada parte.

Patrocinador : Qué da, cuánto, cómo , donde, cuando.

Patrocinado:  Paquete de Beneficios.

Vigencia . Por que tiempo tiene vigencia el contrato. Para una exposición, para una temporada, por cinco años, para un mercado particular, etc.

Terminación.  Fuerza Mayor.

Instancia para discrepancias.

Anexos. Todos los necesarios.

IDEAS CLAVES

  • Mecenazgo, filantropía  y patrocinio no son lo mismo.
  • El patrocinio es una forma indirecta de comunicación promocional
  • El patrocinio es una actividad típica basada en la publicidad de marcas y tiene un gran auge.
  • El patrocinio es un negocio de prestaciones recíprocas.
  • El patrocinador hace aportes y el patrocinado prepara un paquete de beneficios en base a los mismos.
  • En esta relación el Patrocinador busca generalmente visibilidad de marca y transferencia de imagen, y el Patrocinado beneficios en productos, servicios o valores.
  • El patrocinio en el arte debe hacerse de forma muy cuidadosa.
  • Buscar patrocinio no es estirar la mano sino saber vendernos al otro como oportunidad.
  • Las organizaciones artísticas tienen limitaciones en ésta esfera.
  • El patrocinio debe ser parte del plan de comunicación del patrocinador y parte del plan de producración de fondos del patrocinado.
  • Debe ser continuado para que surta efecto.
  • La transferencia de imagen en ésta relación es recíproca por lo que  la selección  de contrapartes no puede  hacerse de manera festinada.
  • Todo negocio de Patrocinio debe ser plasmado en un contrato.
Apr 062010
 

No se debe confundir el patrocinio  con las actividades de mecenas y filántropos que históricamente han apoyado las  manifestaciones artístico- culturales  por motivos altruistas. Aún cuando ambos fenómenos tienen como característica común el apoyo a actividades de interés público, la naturaleza del que hace el aporte, y los objetivos que busca con éste, los diferencia claramente. Mientras el mecenas es aquel  individuo (generalmente un particular), que hace una aportación gratuita para promover o proteger determinas actividades relacionadas con las artes, las letras o la cultura en general sin ninguna finalidad comercial, el patrocinador, (una entidad) hace aportes a la actividad patrocinada pero a cambio de publicidad para su marca o productos.

Mientras el patrocinador aspira a: “hacer saber  por todos los medios que él ha patrocinado determinada actividad, es decir, busca una ventaja publicitaria asociando su nombre con una actividad o producto como parte de su estrategia de comunicación, el mecenas busca ser discreto, aunque eficaz, para dotarse de una personalidad determinada a partir  de establecer una relación menos directa con el producto y buscar un reconocimiento público por medios menos directos. Aún cuando en nuestros días la actividad filantrópica hacia los artistas y el arte  sigue existiendo, el patrocinio como negocio ha alcanzado un gran auge con el desarrollo de  la publicidad de marcas .

Es imprescindible tener conciencia, de que el patrocinio es un mecanismo típico de comunicación promocional.

Un impulso decisivo para el desarrollo de este  fenómeno, fue el surgimiento de la televisión comercial la que posibilitó, no sólo llevar la publicidad de marcas a todos los hogares, sino hacer demostraciones de las bondades de los productos en vivo. Las llamadas “soap operas”  las conocidas como “telenovelas”, constituyen un ejemplo clásico de patrocinio, en el que los productores,  comercializadores o distribuidores de jabones y productos de higiene doméstica y personal, buscan llegar a su público objetivo: las mujeres amas de casa, financiando los espacios dramatizados de la preferencia de éstas, a cambio de publicidad para sus marcas.

Otras actividades fuertemente patrocinadas son los deportes, cuya  cobertura mediática es muy grande, y donde productos y servicios de marca reconocida como pueden ser: balones, zapatillas, bebidas energizantes, cronometraje electrónico etc., se ponen en uso frente a los espectadores  en momentos de ocio.

A diferencia del mecenazgo o la actividad filantrópica, donde el apoyo se brinda y supuestamente  no se espera nada a cambio en términos de publicidad y otros beneficios explícitos, en  la relación de patrocinio se producen un intercambio regulado a priori, donde ambas partes reciben beneficios previamente acordados mediante contrato.

Debe destacarse que el patrocinio es un negocio, y que nunca existen dos negocios de patrocinio iguales, dado que las necesidades de comunicación, intereses de las partes  y características de las actividades, productos o servicios de los involucrados en cada relación pueden ser de muy disímiles y de variada naturaleza.

Es importante a la hora de hacer patrocinio, seleccionar muy cuidadosamente cuáles son aquellas actividades que pueden beneficiarse mutuamente de ésta relación. Hay que ser muy cuidadosos a la hora de hacer éste tipo de actividad, dado que la transferencia de imagen es uno de los aspectos más delicados en este tipo de relación. El viejo proverbio que reza: “dime con quien andas y te diré quien eres” también se cumple aquí. Quiéralo o no, las bondades o deficiencias de su aliado pasarán inexorablemente a Vd., su proyecto o entidad y si son negativas pasará mucho tiempo antes que el público lo olvide. Una alianza equivocada, o hecha festinadamente, puede resultar en  un tremendo error con consecuencias impredecibles.

En las actividades artístico-culturales este proceso debe ser realizado de forma muy cuidadosa y buscando siempre que exista una concordancia entre las naturalezas, productos, servicios, razón de ser y prestigio de los que deciden “casarse”.

Mar 162010
 

La imagen que nos interesa como instrumento para la gestión mercadotécnica, es la llamada imagen de marca, lo que no excluye que en nuestro campo de acción desconozcamos el valor de la imagen artística como parte decisiva en la generación de cualquier imagen y como razón de ser esencial de nuestros proyectos.

Toda imagen de marca es para la mercadotecnia un activo intangible de extraordinario valor, y no es más que el conjunto de representaciones simbólicas, que en torno a nuestro nombre artístico, comercial o marca se genera en la mente de los públicos a partir de diferentes tipos de percepciones. Para diferentes expertos, la imagen de marca es una dimensión mayor y mucho más compleja que la marca, porque no es un signo visual, sino un conjunto de percepciones, recuerdos, asociaciones y prejuicios que el público procesa. Su función va encaminada a reafirmar la identidad, garantizar la autenticidad, el origen, la procedencia y la calidad de los productos.

Es importante tener claridad que para la mercadotecnia el impacto de la imagen de marca ha de abarcar el campo visual, el emocional, y el sentimental, convirtiéndose en la representación mental de un determinado estilo.

Una imagen de marca es algo muy difícil de modificar una vez que está instalada en la mente de los públicos, ya que influirá, de manera decisiva en el desarrollo de una actitud positiva o negativa de mayor o menor intensidad hacia el objeto, hecho o fenómeno que le dio origen.

El proceso de generación de imagen de marca (desde la mercadotecnia), y de manera esquemática, se produce de la siguiente forma:

  • Una propuesta adquiere un nombre artístico, comercial o de marca.
  • El nombre se asocia a un sistema de atributos y valores.
  • Se llena de significados y se convierte en el producto signo.

Robert de Niro – excelencia

Woody Allen – Nueva York

Marilyn Monroe – sexo

Greta Garbo –enigma

  • El producto genera una actitud (* )en los públicos.
  • La actitud se expresa en un comportamiento determinado hacia el producto.

Todas las señales que emitamos por vías formales o informales van a tener un impacto decisivo en la imagen de marca que logremos generar, de ahí la importancia de mantener una total y absoluta coherencia entre los elementos objetivos, los  subjetivos, y los discursivos de nuestra identidad como marca.


(*) Actitud: Constructo psicológico definido como la predisposición aprendida para responder consistentemente de manera positiva o negativa a un objeto, fenómeno o situación. Las actitudes tienen dirección e intensidad.
Mar 032010
 

Para la mercadotecnia la identidad global de cualquier producto debe cubrir  aspectos tan disímiles como: los aspectos arquitectónicos y ambientales, la estrategia de comportamiento y el vestuario, la señalética, el grafismo de información,  el sistema editorial y  el publicitario, las relaciones públicas,  la publicidad estática ,los materiales audiovisuales, los sonoros, los discursos de venta y cualquier elemento que se considere parte del sistema.

Muchas veces se entiende que un diseño de identidad se resuelve con el trabajo de un diseñador gráfico, y esto  en la mercadotecnia no es totalmente cierto.

El papel del diseñador en la mercadotecnia es muy  importante en el proceso de desarrollo de un diseño de identidad, pero previo a cualquier trabajo de diseño gráfico,  deberá existir una intencionalidad  y un interés deliberado en los emisores, por potenciar en el discurso identitario, una serie de elementos previamente concebidos como rasgos o signos de identificación. Para Joan Costa (comunicólogo catalán)  “la originalidad del diseño de identidad debe radicar en su capacidad para negar las imposiciones tradicionales en el pensamiento, valerse de la mas amplia asociación de ideas, estableciendo todo tipo de relaciones sensoriales, fundar rejuegos paradigmáticos y cambiar cosas con toda libertad para conducir la mente de los públicos por sus propios laberintos. Un buen diseño de identidad solo hace notable los frutos de una organización, en la medida en que crea nuevos sentidos siempre prestos a ser revalorizados y por tanto originalmente resurgibles “.

Para el mismo experto, el diseño de identidad es sobre todo : “un modo de comunicación esquemático, cuya función es transmitir signos específicos, reconocibles y memorizables, para simbolizar una institución .Es una actividad pluridisciplinaria guiada por una mente coordinadora que crea conceptos transportadores de ideas, impresiones psicológicas y capacidad de memorizar.”

Un buen diseño puede coadyuvar a potenciar cualquier propuesta, por lo que la selección de los diseñadores deberá hacerse muy cuidadosamente .Cualquier nombre artístico, institucional o comercial, en su condición de marca, va a ser la base semántica que va a contribuir a generar, entre otros factores, una imagen  particular y única de nosotros, y a ello tienen que contribuir todos los que de una u otra forma estemos relacionados al logro  de los mismos propósitos. Cualquier diseño de identidad tiene que crecer y evolucionar  junto con el proyecto u organización a quien representa, y debe ser capaz de dar respuesta a los reclamos que puntualmente esta vaya demandando en términos de comunicación.