Oct 012014
 

Una actividad imprescindible para cualquier artista es la de promover su trabajo por todos los medios a su alcance. Sin embargo, esta no es una actividad que se puede hacer festinadamente y sin dedicarle un tiempo previo a la acción.

Durante mis años de trabajo con artistas, he sido testigo de manera reiterada de esfuerzos y recursos empeñados en acciones promocionales totalmente infructuosas que muchas veces, cuando de materiales impresos se trata, terminan almacenados por años o en otros casos no tienen  impacto efectivo en los públicos de nuestro interés.

En este trabajo hay que tener claridad en varias cosas antes de decidir qué medios o soportes utilizar.

  1. 1.       Tener conciencia de que promover es la acción de vender, y que vender, es vender una diferencia.
  2. Saber con claridad a que públicos queremos dirigir nuestra promoción y que respuesta esperamos de ellos. Que nos conozcan, que nos compren, que nos prefieran, que nos sean fieles.
  3. Diseñar un mensaje con argumento central claro que exprese lo que realmente queremos decir. Los mensajes pueden ser de diferente tipo: emocionales, racionales, o morales.
  4. Dejar claro que beneficio pueden esperar los públicos de nuestra propuesta. Cuál es el valor medular de lo que hacemos.
  5. Aplicar la creatividad a nuestro mensaje para que resulte atractivo.
  6. En función de donde estén el, o los públicos de nuestro interés, seleccionar el o los medios para llegar a ellos.
  7. Asesorarnos o contratar a profesionales que nos ayuden a lograr una imagen atractiva desde el punto de vista visual para nuestro mensaje.
  8. Utilizar todas las posibilidades tecnológicas y de comunicación a nuestro alcance hoy sin desestimar acciones más tradicionales pero que pueden resultar efectivas bien combinadas.
  9. Aprovechar al máximo el presupuesto a nuestro alcance buscando fuentes alternativas de financiamiento como pueden ser sponsors.
  10. Tratar de medir el impacto de lo que hemos hecho para mantener lo útil y desechar lo poco efectivo.
  11. Pensar antes de actuar.