Apr 252013
 

Es asumido como lugar común por los artistas, que todos los días tienen que “cargar” u operar con sus instrumentos y herramientas de trabajo esenciales para el desarrollo de su trabajo artístico.

Un bailarín no deja nunca atrás sus mallas, sus calentadores o sus zapatillas, como tampoco un músico deja sus instrumentos o partituras, un pintor o escultor sus cinceles, pinceles o paletas y un payaso sus maquillajes y trajes. Esto es así desde que el mundo es mundo y se asume como natural. Sin embargo, yo creo que al equipaje diario de los artistas les falta algo, y es lo que yo que dado en llamar ¨la mochila¨ de marketing. En esta mochila, que no pesa nada, los artistas tiene que llevar consigo los conocimientos y las herramientas esenciales que les permitan saber que tienen que hacer para poder colocarse y competir en el complejo mercado del arte de hoy.

No se trata de que se conviertan en “expertos”, pero si, de que al menos sepan el A,B,C del mundo real en el que tienen que operar para poder vivir del arte . Esta mochila no las dan las Academias, pero el artistas debe tratar de encontrar donde están estos conocimientos básicos y estas herramientas y armar su propia mochila que les permita ir a la batalla del mercado con conocimiento de causa y no totalmente ciegos. Vivir del arte, sin traicionar el arte, es una tarea difícil, pero no imposible. Hay que prepararse para ganar.