Feb 152010
 

Esta es una etapa muy difícil para cualquiera, y lamentablemente muchas veces nos negamos a aceptar que debemos reconsiderar nuestra propuesta. En el mundo artístico conozco proyectos que jugaron un papel muy importante en una coyuntura histórica particular, pero que al cambiar las condiciones del contexto y las necesidades creativas que le dieron origen su razón de ser desde el punto de vista artístico y social desaparecieron. Una vez que un producto ha muerto artísticamente, es muy difícil mantenerlo vivo. Es recomendable trabajar en otra propuesta y no desgastarse en esfuerzos inútiles. Es posible también, que un proyecto  pierda sus públicos por motivos de diversa índole.

Lo más importante en esta etapa es:

Saber percibir y aceptar el declive y retirarse a tiempo si vemos que no podemos hacer modificaciones atractivas o que los públicos son irrecuperables.

Como podemos observar, cada etapa  de vida va a requerir la toma de decisiones y la realización de acciones de naturaleza muy variada, y es muy importante que todos sepamos en que etapa de vida nos encontramos. Muchas veces, la falta de visión acerca de este asunto, nos hace trabajar a ciegas.

Resulta muy común el hecho, de que cuando los proyectos están maduros, se produzca un estado casi de “parálisis” en diferentes esferas de la gestión. Muchas veces a este nivel de desarrollo no se entiende que haya que “arriesgarse” creativamente, o que sean necesarios nuevos gastos para comenzar a trabajar en nuevas propuestas. Muchas veces esto ocurre, porque se desconoce la existencia de ciclos de vida definidos.

Los niveles de decisión que tienen que aprobar acciones que implican gastos para: nuevas estrategias de promoción, modificaciones a las propuestas  originales, ampliación de la línea de productos o adición de beneficios extras, generalmente piensan que cuando un proyecto artístico cultural “llegó a la cima”, no es necesario invertir más, (craso error que conduce casi generalmente a la muerte).

También es muy común, pensar que una misma comunicación promocional inicial debe ser “eternamente” útil para todo, sin tener en cuenta, que es necesario captar nuevos públicos de manera permanente, y mantener entusiasmados a los que ya son nuestros, con mensajes nuevos e interesantes.

Cada proyecto visto en su condición de producto, deberá descubrir en su propia naturaleza, cuáles son aquellos elementos que puede potenciar y que le van a permitir mantenerse en sintonía con los públicos a pesar del tiempo.