La gestión de un proyecto artístico es un reto para cualquier artista. No basta con soñar lo que queremos hacer si no somos capaces de materializarlo, estabilizarlo y hacerlo crecer y desarrollar en el tiempo
Desde el mismo minuto de su diseño, los retos comienzan a surgir, pues el artista casi siempre necesita presentar su proyecto a alguien o a alguna entidad que lo apoye con recursos de partida y en muchos casos le dé hasta el visto bueno. Ya el mero hecho de plantear la idea en un papel supone un ejercicio para el que muchos no están preparados.
Si tenemos en cuenta, que cada propuesta artística es única y particular, no existe un modelo único que podamos seguir y que le sirva a todo el mundo como punto de referencia. El diseño de cada proyecto artístico, deberá ser por tanto tan único y tan creativo como la propuesta artística que le da vida.
Cuando los artistas y sus equipos aplican enfoques de marketing en el diseño y gestión de sus proyectos, serán capaces entre otras cosas de:
- Pensar en sistema.
- Desarrollar una capacidad estratégica que les permita pensar antes de actuar.
- Proponerse objetivos en horizontes temporales concretos
- Pensarse como producto y como oportunidad.
- Entender que tienen más de un público a quien satisfacer
- Ampliar su noción de venta.
- Entender el valor de una buena diferencia.
- Nunca subestimar a la competencia
- Ampliar su noción de mercado visto no solo como espacio de transacción, sino de intercambio y relación.
- Desarrollar una comunicación promocional efectiva.
- Captar y mantener públicos.
- Saber que para desarrollarse y sobrevivir hay que estar dispuestos a aprender y cambiar.
- Tomar conciencia de la responsabilidad pública que sus proyectos implican.
- Entender que la batalla del mercado se gana en la mente de los públicos.
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