Dec 252009
 

El enfoque de diferenciación  que propone la mercadotecnia es válido y aplicable a cualquier propuesta o actividad, no importa cuál sea su naturaleza. Sin una idea diferenciadora clara todas nuestras acciones estratégicas carecerán de un eje para su desarrollo posterior.

Para  encontrar nuestra diferencia tres preguntas de partida se imponen:

  • ¿Qué hacemos que no hacen los otros?
  • ¿Cuáles son aquellos atributos de nuestra propuesta, que podemos potenciar para marcar nuestra diferencia? Es decir: ¿Cuáles son las claves de identidad de lo que ofrecemos?
  • ¿Qué podemos hacer que no hayamos hecho antes para potenciar este aspecto?

Las diferencias podrán en encontrarse en:

  • Rasgos propios del producto que trabajamos.
  • Beneficio que ofrecemos
  • Precios con que trabajamos
  • Distribución que privilegiamos
  • La calidad que ofrecemos.
  • Elementos de valor histórico, cultural, patrimoniales u otros que podemos asociar con nuestra propuesta.
  • Otros

Conclusión :

La decisión de tomar un atributo como idea diferenciadora central no significa  que el resto de los atributos no se consideren y también se potencien. De lo que se trata es que el énfasis se haga en un aspecto o rasgo esencial y de ahí se potencie el resto.