May 012014
 

Entre los retos que demanda de los artistas el siglo XXI está el de las nuevas tecnologías las que deben dominar.

En estos días he estado discutiendo con varios colegas acerca de si una carrera artística puede desarrollarse solamente a través de las redes sociales por ejemplo YouTube.

Algunos me dicen que sí, y me ponen ejemplos contemporáneos de grandes éxitos a nivel internacional que se han logrado a través de las redes. Esto es una realidad, y tenemos que estar abiertos a que esta es una nueva manera de hacer que se separa de lo tradicionalmente aprendido, sin embargo, es posible que todavía yo esté permeada de la cultura del siglo XX en el cual he nacido y crecido pero para mí, el contacto con el público en vivo es algo insustituible.

Yo pienso que cuando un artista trabaja frente al público la energía de éste le llega de forma inequívoca y le da una suerte de ¨seña¨ acerca de donde están los hitos de su trabajo con los que el público conecta. Una aplauso o una ovación es ahora sustituido por un frio LIKE, pero la vivencia humana de ver caras, sentir calor humano y emoción se pierden.

¿Será que en el nuevo mundo que se nos avecina vamos hacia una nueva forma de apreciación del arte a distancia?  Es casi seguro, pero creo mucha de la magia del arte se va a perder y abogo por que no ocurra.

Algunos artistas me han escrito y sometido sus dificultades con relación a las redes sociales. Yo, les he recomendado que sigan en este esfuerzo pero que no dejen de lado el contacto con el público y no pretendan hacer una carrera artística sólo por esta vía sino que traten de buscar presentaciones en vivo donde puedan confrontarse con seres humanos en tiempo real.

A veces me parece que muchos de los que han triunfado solo con el esfuerzo de las redes pueden desaparecer igual que aparecieron y a veces siento que funcionan como ¨modas de temporada¨.

¿Qué no tengo la verdad absoluta? , es cierto. Los cambios son muy grandes, vertiginosos y requieren de un cambio de mentalidad, que como todo cambio es difícil de lograr.

Mientras tanto, yo sigo adorando ir al teatro y ver a los actores gesticular, a los bailarines sudar y a un performance de un pintor en vivo. La emoción de esos espacios, su magia y su energía nos los cambio por nada.

Mientras los LIKES hacen su entrada triunfal y luchan por ser dueños absolutos de este espacio único yo sigo pensando que sin público no hay obra de arte.

Me gustaría saber que opinan.

Saludos, Cristina