Hoy quiero compartir con los que me leen una experiencia de vida interesante que es lugar común entre muchos artistas.
En un taller que impartí hace unos meses un alumno se dirigió a la clase y a mi con la siguiente problemática : Tengo un proyecto danzario que ya tiene nombre, tiene bailarines, tiene vestuario, tiene escenografía y tengo ya un espectáculo montado, pero mi problema es, que ahora que ya lo tengo todo, no se que hacer.
Lo que este artista en ese momento enfrentó, es lo que muchas veces le puede ocurrir a otros, y que no es mas que una suerte de estado de parálisis que se produce una vez que toda la fase creativa y de producción ha terminado y el proyecto entra en una nueva etapa, la de mercadeo, en la que hay que tratar de conectar la obra con sus posibles públicos . Los artistas que cuentan con algún tipo de recursos pueden apoyarse en equipos especializados que los ayuden en este proceso, pero muchos otros tienen que hacerlo prácticamente solos y este era el caso.
Lo primero que traté de evidenciar a este alumno, fue que para poder mercadear su proyecto era imprescindible que empezara a verlo desde una nueva perspectiva , la perspectiva de mercado (producto, precio, distribución y comunicación ) y que eso exigía el desarrollo de lo que se ha dado en llamar una “mentalidad mercadotecnica” que solo se logra estudiando y tratando de comenzar a ver lo hecho con nuevos ojos. Esta realidad, y la necesidad de otros muchos artistas y proyectos maravillosos con los que la vida me ha permitido interactuar, me llevó a escribir el libro que en este blog ustedes encontrarán, cuyo objetivo principal es ofrecer a los artistas y sus equipos de trabajo una aproximación a esta forma particular pensamiento y acción. No existen recetas de cocina para mercadear por lo que es imposible ofrecer a los lectores formulas mágicas para alcanzar el éxito, pero sin embargo, si es posible ofrecerles espejuelos nuevos para que se asomen al complejo mercado del arte con una nueva mirada que les permita potenciar sus proyectos, captar públicos y competir con conocimiento de causa.