Sep 132010
 

Dos categorías que resultan motivo de gran interés en el mercadeo de producciones artísticas son:

La imagen artística y la autoimagen.

Es muy importante tener claridad que estos dos tipos de imágenes tienen diferencias sustanciales tanto en su origen, como en su proceso de generación, en quién la percibe, y que disciplina del conocimiento las estudian.

La imagen artística , su formación, su esencia , y todo lo relacionado con ella tanto en términos psicológicos, creativos, sociales, filosóficos, sociológicos, psicoanalíticos o de cualquier otra naturaleza, constituye una forma especial de reflejo de la realidad y es estudiada por la estética. Algunos autores consideran a la imagen artística como una imagen-proceso y no solo como una estructura hecha. Esta imagen-proceso comprende: Una imagen-inspiración, una imagen-obra y una imagen-percepción y se  da  a partir de siguientes etapas o aspectos.

  • La formación de la idea artística que se da como resultado de la inspiración en la mente de los artistas, y cuya fuente de estimulo puede ser un objeto concreto o un argumento,un sentimiento, un problema, etc.
  • La objetivación de este  pensamiento artístico, que no es mas que su representación o materialización en lo que se ha dado a llamar ” material del arte ” . Este material comprende  todos los lenguajes soportes y medios de que el artista se vale para lograr un resultado final u obra percibible estéticamente.
  • La obra terminada en su condición de imagen artística. Una forma interesante de explicar el carácter único y particular de cada imagen artística, es aquella que dice que cada una de ellas es una suerte de ” solución ” que los artistas consiguen para dar respuesta a sus necesidades expresivas en un momento dado de su vida. Un cuadro, una novela, una coreografía, un film o una canción son soluciones puntuales a “crisis de creatividad ” que se traducen en imágenes artísticas únicas.
  • La percepción artística, que es la que cierra el sistema, es la que se genera como imagen secundaria en la mente de cada uno de los públicos (de manera particular y única) cuando se enfrentan a una propuesta artística.
    Es común que se le dedique por la estética poco tiempo a este último aspecto,  y se profundice más en como se establece esa relación particular entre el artista y su obra ,pero  sin embargo, para el mercadeo del arte la percepción estética resulta fundamental ,pues si no sabemos cómo reacciona la mente y la sensibilidad de los públicos ante nuestro trabajo estamos ciegos.

Con relación a la autoimagen los interesados en el fenómeno tienen que adentrarse en los principios que propone la psicología como ciencia. La autopercepción o autoimagen se produce cuando nosotros subjetivamos nuestra identidad y desarrollamos una imagen de nosotros mismos ya sea a nivel individual, grupal o organizacional.  Esta autoimagen puede ser positiva o negativa y puede resultar “engañosa” para nuestra gestión,cuando nos pensamos como lo que no somos, o nos pensamos por debajo o por arriba de lo que realmente estamos en condiciones de ofrecer. Auto categorizarnos puede resultar muy peligroso pues un sello mal puesto puede lastrar todo nuestro trabajo e impedir conectarnos con el público al estar vendiéndonos como lo que no somos. Hay que tener un poco de paciencia y esperar que la crítica, el público y a veces la historia nos ubique en un lugar concreto.