May 052010
 

Resulta una paradoja, que al tema de la distribución dentro de la mercadotecnia sea uno de los temas a los que generalmente menos atención se dedica, aún y cuando,  de la selección acertada de los intermediarios pueda depender, en muchos casos, el éxito o fracaso de nuestras propuestas artísticas. En la gestión mercadotecnica de cualquier proyecto este es un tema esencial.

Cuando el arte era un fenómeno “espontáneo”, y su impacto era muy localizado, el artista tenía acceso casi siempre a su reducido público final. Con su desarrollo  surgieron, casi desde el inicio, una serie de intermediarios, qué como mediadores de diferente naturaleza, se dedicaron a enlazar a los creadores con sus públicos finales.

La impronta de la modernidad, con sus expansivas y progresivas fuerzas, propició la universalización del mundo, a partir de nuevas formas de comunicación y  la utilización gradual de descubrimientos tecnológicos tan importantes como: la máquina de vapor, la imprenta, el gramófono y el cinematógrafo. Todo esto propició la expansión de  la circulación del arte en un mercado cada vez mas y mas estructurado, lo que  fortaleció la presencia de  intermediarios que como entidades independientes, se constituyeron en negocios especializados, muchos de los cuales tienen  hoy en día tienen alcance mundial, y suficiente  capacidad económica y de gestión,  para colocar, o descolocar, las producciones de su interés, al nivel que deseen.

Es un hecho incuestionable que hoy más que nunca, casi todos los creadores dependen de uno o más intermediarios para poder realizarse artísticamente frente al público final de su interés. Entre los múltiples tipos de intermediarios que pueden aparecer, un escritor necesita casi siempre de una editorial,  un agente o una agencia literaria; un artista plástico de un marchan, un museo, una agencia comercializadora, o una red de galerías que asuma la promoción de su obra; un grupo de teatro y danza de un presentador, un teatro o una agencia; un músico de una productora  discográfica y/o una editora musical, un cineasta de una casa productora y/o una distribuidora, un artesano artístico de una boutique, una tienda especializada o una empresa comercializadora ,y  los artistas en vivo que deseen girar nacional o internacionalmente, dependerán de agencias especializadas dedicadas a la organización de giras artísticas, y de toda una red de presentadores a nivel local, que les posibilitarán acceder a  los públicos finales de su interés.

Dice la mercadotecnia, que la secuencia de intermediarios necesarios para llegar al lugar previsto, con la calidad requerida, y en el tiempo estimado, se llama canal de distribución y que este no es mas que la secuencia de intermediarios (instituciones comerciales) que permiten el flujo de productos desde el productor al mercado final. Normalmente, los intermediarios son organizaciones independientes del productor, y su vinculación, es a través de una compra-venta o depósito del producto.

Al igual que en el mercado de bienes materiales y servicios, existen en el mercado del arte, intermediarios especializados, los que disponen de amplios conocimientos, contactos, mecanismos y recursos con los que generalmente no cuenta el artista. Es muy difícil y costoso que un artista pueda auto colocarse en uno o varios circuitos a la vez. Los intermediarios o distribuidores no sólo tienen la experiencia de navegar a través de complejos asuntos, sino que también tienen contactos en el mercado que a un realizador o un artista le tomaría muchos años y miles de dólares en viajes poder obtener. Para la  mercadotecnia la distribución es un trabajo de tiempo completo de vital importancia para el trabajo de cualquier artista.