La etapa de gestación de cualquier tipo de actividad artística, resulta decisiva para su posterior realización.
Casi siempre, y salvo excepciones, se va a requerir de aprobaciones y/o apoyos de algún tipo en recursos materiales, humanos, o monetarios, para poder colocar, o realizar nuestros sueños. En esta etapa va a resultar fundamental tener en cuenta a dónde queremos llegar, quiénes son nuestros diferentes públicos objetivos, saber dónde están los mismos, y tener claridad acerca de qué esperamos de cada uno de ellos.
Es muy frecuente, que muy buenas propuestas sean poco entendidas, o mal recibidas, porque no han sido bien elaboradas, tienen objetivos confusos y no dejan claros cuáles son los beneficios para las partes implicadas. Aunque parezca paradójico, es muchas veces más fácil decir: soy un incomprendido, o nadie me da apoyo, que trabajar en equipo y solicitar ayuda profesional para plasmar las ideas en proyectos artisticos atractivos.
Es esta una etapa imprescindible, por la que todos debemos pasar, y donde la creatividad se convierte en el elemento central de la misma. En el caso de los artistas esta creatividad podrá expresarse en una obra concreta, en una idea o en un proyecto artístico para su posterior ejecución.
En el caso de las organizaciones artísticas, generalmente esta etapa de gestación se va a manifestar en la concepción de nuevas ideas o propuestas de proyectos de diferente naturaleza, (un ciclo de exposiciones o películas, un evento competitivo, una jornada artística, una programación de verano, una temporada de conciertos, la caracterización artística de un espacio, etc.).
Lo más importante de esta etapa resulta sin dudas:
Saber fundamentar y presentar bien nuestras propuestas.