El surgimiento y consolidación de Internet como medio de comunicación, ha representado para la promoción artística una verdadera revolución, pues por primera vez ha sido posible desarrollar una comunicación capaz de llegar sola al último lugar del mundo con imagen, sonido, texto y movimiento integrado en un solo medio.
Para los artistas y promotores culturales, las posibilidades mercadotecnicas que ofrece Internet como mecanismo de promoción son realmente atractivas, pues entre otras cosas resulta a la larga un medio donde la publicidad resulta mucho más económica que la que tradicionalmente se utiliza, sin que la sustituya completamente.
Internet está permanentemente disponible para los interesados- sin importar cuan lejos estos estén-, posibilita trabajar en varios idiomas a la vez, permite conocer mediante los hits de entrada cuántas personas nos han visitado, y de dónde son, permite hacer modificaciones y actualizaciones de manera muy rápida, permite conocer cómo se promueve la competencia, posibilita que los interesados en nuestro trabajo nos contacten rápida y directamente y nos permite además, mostrar nuestro trabajo mediante videos y fotos.
Mediante Internet se pueden hacer sorteos, concursos y otros tipos de promociones de venta, se pueden vender entradas, hacer transacciones económicas, obtener retroalimentación de nuestros públicos y comunicarnos con ellos, contarles nuestra historia y anticiparles nuestras próximas actividades.
Internet es sin dudas una excelente herramienta que debemos explotar en toda su potencialidad, lo que generalmente no hacemos por no dominar la técnica a fondo, lo que demanda la contratación de expertos en el tema.
Muchos artistas piensan que por tener un sitio en Internet ya todo está resuelto y esto no es así. Mi experiencia me dice que generalmente los interesados en trabajar con nosotros, después de conocernos por Internet, nos solicitan informaciones puntuales, DVDs u otros materiales y debemos estar preparados para satisfacer sus necesidades de manera rápida y eficiente. Este medio tan efectivo, demanda agilidad y capacidad de respuesta rápida. Si no la tenemos, debemos pensar muy bien la conveniencia o no de promovernos por Internet pues los resultados pueden ser contraproducentes.