May 192010
 

P- ¿Cómo defender el arte de las secuelas inevitables del mercado?

R- Considero que lo primero sería definir que entendemos por secuelas inevitables del mercado y eso es muy relativo. Creo que en cualquier caso y sea cuales sean las posibles secuelas, es imprescindible , para minimizar cualquier impacto sobre el hecho artístico, elevar el nivel de conocimiento acerca del mercado y sus dinámicas entre los artistas,  sus equipos de trabajo , los especialista , técnicos y empresarios que intervienen en su gestión. ¿Cómo  lograr articular estrategias inteligentes para enfrentar la inmensa y poderosa maquinaria del mercado con la mayor eficiencia y el menor impacto, si no tenemos un “saber hacer” que nos permita competir eficientemente en  el contexto del mundo globalizado de hoy? Muchos piensan que se trata solo de un problema de falta de recursos para competir, y aunque yo crea que esta es una variable importante, creo que en muchas ocasiones estar alejados de las prácticas cotidianas del mercado nos ha privado de un “saber hacer” que es imprescindible conocer y manejar para dejar de ser muchas veces “naif” frente a los señuelos que el mercado nos puedan lanzar.

Constantemente me enfrento a excelentes propuestas artísticas que tienen todo para ganar, y que no prosperan porque sus gestores no tienen la menor idea de cómo conectarlas con sus públicos y sus mercados potenciales. Otras veces veo como excelentes propuestas son “rescatadas” por terceros poderosos, que las colocan a nivel internacional y después nos las venden  como productos reciclados. Si no elevamos el umbral mínimo de nuestros conocimientos, no cambiamos las preguntas que desde hace años nos hacemos de igual forma sobre la relación entre mercado y arte, y no nos decidimos a elaborar un cuerpo teórico – práctico propio, donde integremos  a nuestras estrategias puntuales de desarrollo  y nuestros presupuestos artísticos y éticos , lo mejor de las técnicas y procedimientos de otras latitudes adecuados a nuestras realidades y posibilidades  de una manera dialéctica,  estaremos alejándonos cada día más de las prácticas internacionales y de entender la función social del arte, asustados por las llamadas “secuelas inevitables” de una relación  que no queremos acabar de aceptar y que querámoslo o no, siempre va a existir.

May 192010
 

P- ¿ Lo comercial atenta contra lo artístico ?

R- No necesariamente.  Desde mi punto de vista, ésta ha sido una relación históricamente “satanizada”, pues existe la percepción de que lo llamado “comercial” contamina necesariamente al hecho artístico, vulgarizándolo  y bajándolo de categoría. El primer problema que se confronta en esta relación es que es muy difícil ponerle  precio a lo artístico, porque  a la creación artística la caracteriza una particular naturaleza; pero lo artístico tiene necesariamente que realizarse en los mercados del arte, y esto se hace, querámoslo o no, generalmente a cambio de dinero. Otro problema a considerar en este tema, es que desde la antigüedad, los artistas han tenido que enfrentar una problemática casi común a todos: la relación “seguridad vs. libertad”. Si creaban libremente por amor al arte, es muy probable que se murieran de hambre, y si por otro lado conseguían un mecenas o algún filántropo que les garantizara la subsistencia, tenían que hacer en muchos casos lo que no querían. Es conocido el caso de Miguel Ángel y la Capilla Sixtina a la que llamaba despectivamente “el granero”, cuya bóveda  tuvo que decorar con una avanzada edad y casi contra su voluntad. Completa este análisis lo que yo considero el principal problema en esta relación, y que Pablo Picasso sintetizó de manera genial cuando dijo: “Un pintor es quien pinta lo que vende, en cambio un artista es quien vende lo que pinta”, ubicando así el problema principal de la relación  arte – comercio en el momento de su producción.

A partir de este presupuesto que explica el fenómeno, se asumen como artistas “verdaderos y genuinos” a aquellos que no están dispuestos a traicionar sus principios estéticos ni de otro tipo, y que no se preguntan a priori si lo que hacen va a tener mercado, va a gustar a un público y/o se  va a vender bien  o no.  Mientras, se clasifican como “los otros” a aquellos  que  trabajan  a la medida y contra demanda, creando conscientemente la obra que va a pegar en o los mercados de su interés, y que casi siempre va a producir beneficios económicos. Es aquí donde creo yo que estriba el daño primario y esencial que lo comercial puede hacer a lo artístico, que es justamente cuando la obra de arte no se crea atendiendo a la inspiración, sino a razones ajenas al arte, apelando a la utilización de formulas manidas, estereotipos y  recursos facilistas y gastados que se sabe que funcionan, pero que pueden dañar la imagen de un artista, de todo un movimiento artístico y hasta de un país. Sin embargo, la cosa no es tan sencilla, tiene matices y no se puede dar solo como una alternativa en blanco y negro, pues el problema es complejo.

Todos los artistas intentan vivir de lo que hacen, pero esto no lo es todo, pues además, y por sobre todas las cosas, para cualquier artista es imprescindible sentir que  ha podido sintonizar con un público, su público, porque sin público, el artista siente que su obra no está completa, y algunas veces para eso tiene que hacer pequeñas concesiones para poder ser comercializado en los circuitos y espacios de su interés (nacionales e internacionales) en cuanto a formatos, duración, idiomas, preferencias por temáticas… sin que esto implique que se están “prostituyendo” ni “traicionando” sus principios estéticos porque simplemente están ajustando su producción con las exigencias de los circuitos donde se van a presentar. Desnudos que funcionan en unos mercados en otros son mal vistos, y temáticas atractivas para algunos lugares, pueden ser fatales en otros, porque los públicos –vistos como consumidores de arte– tienen culturas, necesidades, expectativas y hábitos de consumo diferentes.

No es lo mismo vender lo producido, que producir lo que se vende, y ahí está el reto de los que trabajamos con arte. El esfuerzo para colocar, vender y lograr sintonizar el arte una vez que está hecho, demanda mucha constancia, dedicación y pasión, además de conocimientos técnicos, habilidades naturales, nivel cultural y gran sentido ético y de responsabilidad pública, y muchas veces para poder desarrollar una nueva necesidad y un nuevo gusto estético por lo mejor del arte, no nos queda mas remedio que combinarlo con ofertas de otro nivel que pueden servirnos de “gancho”, para conectar a los públicos con la obra que le estamos proponiendo de una manera inteligente y atractiva.

Asumir que todo lo comercial es contrario al arte es echar por la borda (por solo citar algunos) a Verdi, a Shakespeare,  a Pavarotti, a Lecuona, a los Beatles, a Manet, o a  Tennesse William, ejemplos de grandes artistas que han tenido un gran éxito comercial.

May 192010
 

P- Se ha asentado la idea de que cuando hablamos de marketing estamos hablando directamente de comercio, ¿existe alguna diferencia entre ambos?

R- Definitivamente sí. El marketing es una disciplina con un cuerpo teórico–práctico que no cumple todavía sus 100 años de vida, y el comercio es una actividad socio-económica y cultural de larga data en la historia de la humanidad. Sin embargo, comercio y marketing están enlazados en un espacio común que es el mercado y habiendo hecho entonces esta afirmación  de partida, quisiera referirme a qué entiendo por mercado, para delimitar y entender en que punto marketing y comercio coinciden.

Yo diría que el mercado es ante todo, un espacio natural de intercambio y relación. Desde que el mundo es mundo el hombre ha estado vinculado a él. Para no ser absoluta, pudiera decir que solo en los inicios, cuando el hombre era muy primitivo, y resolvía él mismo todas las necesidades de su existencia cazando, pescando o pintando en una cueva, su vida no estaba signada por este espacio. Pero una vez que el hombre comenzó a especializarse en algo a través de su trabajo, y comenzó a tener un excedente, comenzó el “trueque” de productos, y poco a poco esta actividad comenzó a realizarse con alguna periodicidad en un espacio físico concreto primeramente local, que adquirió después mayor alcance y diferentes características, pero que definitivamente dio paso a la noción de mercado o mercados, con la que habitualmente operamos en la actualidad. Desde que este proceso comenzó, el hombre empezó a desarrollar habilidades naturales para lograr realizar intercambios efectivos en beneficio propio, por lo que las habilidades para “mercadear” son tan viejas como el propio hombre.

Sin embargo, este proceso histórico de carácter intuitivo para realizar intercambios en beneficio propio o mutuo, comenzó a profesionalizarse en la medida en que las relaciones en el mercado comenzaron a estar signadas por el dinero como valor universal de cambio, con lo que las relaciones de intercambio natural se convirtieron en relaciones de transacción (compra y venta) y comenzaron a profesionalizarse, a partir del desarrollo de lo que conocemos como comercio. Este proceso comenzó a hacerse más y más complejo y competitivo con el surgimiento del capitalismo, y es en este contexto básicamente lucrativo, que surgen a principio del siglo XX los primeros pronunciamientos acerca de una nueva disciplina denominada marketing, con la que las viejas prácticas de mercadeo comenzaron a perfeccionarse y en la que los principios básicos de cómo lograr intercambios cada vez más beneficiosos comenzaron a integrarse, por primera vez, en un cuerpo teórico y práctico.

Esta disciplina, que en sus  inicios estuvo determinada por el desarrollo del comercio, ha estado desde entonces en constante evolución, habiendo alcanzado un gran desarrollo teórico y sobre todo practico, al integrarse y nutrirse de disciplinas científicas tales como la psicología, la demografía, la economía o la sociología, de las que ha asimilado enfoques y técnicas de gran valor teórico y operativo. El marketing ha logrado desarrollar una serie de enfoques de gran efectividad, y armar una “caja de herramientas” que ha probado ser muy útil en cuanto a su capacidad para hacer efectivo cualquier tipo de intercambio así como para “colocar” o “descolocar”  cualquier cosa en las mentes de cualquier tipo de público. Por este motivo, desde hace varias décadas, los enfoques y las herramientas del marketing han sido asumidos por organizaciones no necesariamente lucrativas para ser incorporados a sus procesos de gestión. Desde entonces y hasta hoy, el marketing no es patrimonio del comercio y por eso aliar o confundir marketing con comercio es un error que limita nuestras opciones a la hora de aprovechar y aprender a utilizar un cuerpo de conocimientos y prácticas que pueden ayudarnos a “vendernos”  y “colocarnos” en la mente de nuestros públicos de una forma atractiva e inteligente, sin que necesariamente (como casi siempre se piensa), el marketing haga publicidad engañosa, provoque un consumismo irracional o implique hacer concesiones estéticas y de principios. Con la energía atómica se puede matar o salvar vidas, con el marketing pasa lo mismo, su uso lo decide el que tiene en sus manos la responsabilidad social de su aplicación.

May 192010
 

Estimados lectores:
En días pasados, se me realizo una entrevista con el objetivo de promover una polémica sobre la controvertida relación entre mercado, comercio, marketing y arte. Pongo a consideración de ustedes la misma, a los efectos de mover el pensamiento,  la reflexión y el intercambio sobre temas de tanto interés para todos los que trabajamos en esta actividad. Las preguntas que se me hicieron fueron las siguientes:

1. Se ha asentado la idea de que cuando hablamos de marketing estamos hablando directamente de comercio, ¿existe alguna diferencia entre ambos?
2. ¿Lo comercial atenta contra lo artístico?
3. ¿Podemos considerar que el mercado legitima al arte?
4. ¿Cómo defender el arte de las secuelas inevitables del mercado?

Acontinuación encontrarán las respuestas que di a cada una de ellas. Espero les  resulten de interés .

Saludos,

Cristina Amaya

May 052010
 
“Nápoles era la ciudad artística más importante de época, y aunque los pintores no escaseaban, yo era vista como una curiosidad… aún así, a pesar del exceso de trabajo y de los honores que este conllevaba-algo de lo que ninguno habría renegado para su gloria-, allí la vida no era tan cómoda como en Roma. Existía una gran rivalidad, Nápoles, estaba ávida de ganancias, mis nobles clientes exigían más trabajo por menos dinero, por no hablar de sus imperativas exigencias con respecto a unos gustos que no coincidían obligatoriamente con el mío y que me despojaba de esa libertad de ejecución que antes había conocido obligándome sobre todo a hallar una manera de pintar que satisficiera al pagador sin traicionar empero los rasgos que yo consideraba propios de mi talento. El arte, pues, consistía también en negociar hasta el menor detalle para llegar a un acuerdo”.

Artemisia Gentileschi.
Pintora italiana del Barroco.
Fuente :Rauna Jamis (1999) Artemisia Gentileschi. Ediciones Circe. Barcelona
Enseñanza mercadotécnica: Desde la antigüedad los artistas han tenido la necesidad de aprender a negociar sus producciones sin hacer concesiones estéticas.

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“Debo decir que estoy aterrado con los efectos del mercantilismo en el arte y en particular en la danza. Si perdemos el espíritu de comunicación con nuestro público, y comenzamos a hacer danza “enlatada,” encaminada a dar respuesta a los requerimientos de un director, o un coreógrafo nacional o foráneo, para satisfacer una demanda puntual de mercado, estamos a un paso de acabar con todo lo que tanto trabajo ha costado hacer.
Yo nunca me plantee: tengo que ganar un público, tengo que agradar a un público Mi pregunta fue: ¿qué es lo que yo quiero hacer? y sin concesiones de ningún tipo me propuse trabajar.”

Ramiro Guerra

Bailarín y coreógrafo

Pionero de la danza moderna en Latinoamérica.

Fuente :Fragmento de entrevista realizada por la autora.2008

Enseñanza mercadotécnica: No es lo mismo vender lo producido que producir lo que se vende.

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“Cada periodo histórico está representado en la música sinfónica por códigos propios que conforman estilos particulares. Es imprescindible conocer a fondo los códigos propios de cada estilo para poder especializarse en uno o poder interpretar con éxito varios o todos.  Si no se profundiza y estudia a fondo cada uno, todos sonaran igual. Aún aquellos artistas que quieran subvertir los códigos de un estilo sólo conociéndolo podrán hacerlo con éxito.

Maestro Iván del Prado.

Director de Orquesta.

Fuente :Fragmento de entrevista realizada por la autora. 2007

Enseñanza mercadotécnica: Existe una tendencia irresistible a ampliar la línea. Experimente, pero sólo cuando esté seguro de dominar un estilo pase a otro.

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“Advertí que mi lucha para inmortalizarme como estricto concertista de piano, iba a ser terrible, no teniendo ni apellido terminado en wsky o en otra rara combinación de letras, y no teniendo tampoco bienes ni  rentas ni nada por el estilo para vivir, sino sólo mi inspiración de compositor y mis manos de pianista. Advertí también que aún en el concierto cuando Lecuona interpretaba a Lecuona, el público lo mismo en La Habana como en Madrid, vibraba de entusiasmo. Advertí también que mis composiciones eran acogidas con entusiasmo loco y como algo distinto a lo del mismo género de otros autores.
Esto me hizo reflexionar y tener la ambición de ser único en lo mío: ser Lecuona, teatro de Lecuona, canciones de Lecuona, piano de Lecuona… Serlo en mi país, en Noruega, en China, en Rusia…”

Ernesto Lecuona

Pianista, compositor

Fuente :Arturo Ramírez. Entrevista a Ernesto Lecuona. Revista Bohemia. 23 /3/1942

Enseñanza mercadotécnica: Algunos artistas definen ellos mismos, por pura intuición y experiencia de vida , cuál es la variable de posicionamiento por la que quieren que el público los coloque en su mente.

May 052010
 
  • Cada acción, proyecto, u organización artística, va a demandar el diseño de una  gestión mercadotecnica particular y única, la que va a demandar de  sus gestores una capacidad creativa que la haga lo suficientemente efectiva para propiciar el logro de los objetivos propuestos con el mayor impacto posible. Aquí no se puede copiar.
  • Para la mercadotecnia, que si no hay problemas no hay oportunidades y esto es algo en lo que cualquier artista se tiene que sentar a pensar.Siempre aparece una oportunidad dentro de los problemas. No se deje aplastar, encuentre la suya y trabaje sin descanso.
  • En organizaciones artístico-culturales grandes, muchas de las funciones mercadotécnicas imprescindibles para funcionar y sobrevivir son asumidas por departamentos o áreas especializadas, pero en la mayoría de los proyectos que nos rodean, todas las funciones mercadotecnias deben ser asumidas por un único y mínimo equipo de trabajo- muchas veces los propios artistas, para los que tener instrumentos eficientes que los ayuden a economizar recursos y optimizar resultados se convierte en una necesidad vital. Estudie para que pueda competir con técnica.
  • Cada proyecto u organización artística tendrá que seleccionar puntualmente de la caja de herramientas que la mercadotecnia pone a su disposición,  aquellas que les resulten importantes para su gestión en un momento dado.No todo sirve para todo y a todos por igual.
  • Es un hecho casi constante y generalizado la limitación de recursos en la actividad artística, pero paradójicamente a lo que se pueda suponer, no somos realmente pobres pues tenemos en nuestras manos un tesoro que puede resultar de interés para muchos, pero que tenemos que saber colocar en sus mentes.  Desde la mirada mercadotécnica, piénsese siempre como oportunidad y no como problema.
  • Gestionar procesos artísticos- culturales se vuelve cada día más complejo, lo que exige un alto grado de comprensión y de identificación con los significados del arte y la cultura, así como un mayor grado de conocimientos y habilidades. Aprenda siempre de todo y todos.
  • Trabajar con proyectos en esta esfera demanda no sólo conocimientos y habilidades específicas, sino características personales particulares entre cuyos rasgos destaca la sensibilidad. Muchas personas –que nunca serán artistas- sienten una gran inclinación por el arte y dedican su vida a potenciar proyectos artístico- culturales  de muy variada naturaleza. Estas personas sin ser profesionales de la mercadotecnia, llegan a convertirse en verdaderos promotores y gestores de extraordinaria capacidad para sintonizar con los artistas, convirtiéndose sus  prácticas profesionales y de  vida, en estilos de gestión  de los que también  tenemos que ser capaces de aprender.
  • En los proyectos y organizaciones artístico-culturales, el liderazgo es común, ya que personalidades artísticas fuertes, bien definidas estéticamente, con propuestas artísticas interesantes así como  intelectuales de gran capacidad de convocatoria, actúan como líderes natos para convocar a otros a seguirlos en sus propuestas. En estos casos, no siempre se logran estabilizar las propuestas como proyectos estables en continuo desarrollo, pero en otros, estas personalidades  artísticas son capaces de estabilizar  proyectos que llegan a convertirse en extraordinarias organizaciones con gran nivel de complejidad y capacidad de maniobra.
Apr 272010
 

E-Book o libro digital en español de 89 páginas con 7 
capítulos, ha sido pensado como un libro de texto dirigido 
a todos aquellos artistas y otros gestores culturales que tengan que 
enfrentar directamente la gestión de sus propios proyectos y no 
cuenten con recursos para contratar a terceros.

Este libro electrónico 
recorre con rigor un proceso de gestión de principio a fin, utilizando 
las herramientas tradicionales del marketing o mercadotecnia como arma 
fundamental para aprender a posicionar proyectos en el mercado. Es el resultado de más de 20 años de docencia y trabajo práctico 
desarrollado por la autora en este terreno.

Aprende a:

  • Pensarte como producto: Lo que supone todo un ejercicio para verte desde una nueva perspectiva que te permita competir en el mercado.
  • Encontrar y saber potenciar tus diferencias: Sin diferencias claras no se puede competir y una vez que éstas han sido identificadas es necesario que aprendas a potenciarlas por todos los medios a tu alcance para lograr separarte de la competencia.
  • Fijar precios: Cualquier producto tiene que realizarse en el mercado del arte con un precio, y fijarlo es una difícil decisión para cualquiera. Saber cómo se conforman los diferentes tipos de precios te resultará imprescindible.
  • Buscar intermediarios: Es casi seguro que sin intermediarios no podrás llegar a tus públicos y mucho de tus éxitos dependerán de su gestión. Saber cómo seleccionarlos, estimularlos y mantenerlos te resultará vital.
  • Elaborar discursos de venta: En un contexto donde la publicidad es cara todos tenemos que saber hablar de nuestros proyectos de una manera atractiva. Conocer cuáles son los elementos esenciales que deben conformar tus discursos de venta para que resulten efectivos es estratégico.
  • Promoverte correctamente: Conocer cuáles son las herramientas promocionales a tu alcance y como se diferencian unas de otras resultará vital, sobre todo, si no cuentas con presupuestos de comunicación para contratar los servicios de terceros.
  • Pensar tus públicos: Cualquier proyecto artístico tiene más de un público y a todos hay que captarlos y mantenerlos por igual. Saber quiénes son y dónde están te resultará imprescindible para poder trabajar con ellos.
  • Posicionarte: Ocupar un lugar en las mentes de los públicos es un reto que deberás enfrentar como cualquier otro artista. Cómo se da este proceso a nivel psicológico y cómo lograrlo a nivel de mercado te resultará de gran utilidad.
  • Generar imágenes de marca consistentes: Cualquier imagen de marca es un activo de extraordinario valor para ti como artista o como proyecto, pero es necesario que sepas qué se entiende como tal y cómo generarlas.
Mar 162010
 

El concepto de posicionamiento es un concepto netamente de mercado de gran valor para la mercadotecnia. Una vez que hemos definido por que atributo, concepto, rasgo o valor queremos que los públicos nos coloquen en sus mentes, va a corresponder a la comunicación mercadotecnica coadyuvar a que esto se logre o no. Existe para la mercadotecnia una relación directa y dependiente entre la identidad del producto, la imagen de marca que genera, y la posición que ocupa en la mente de los públicos.

En la medida que el hombre percibe, organiza la información en su mente, y la coloca dentro de categorías concretas. El posicionamiento en mercadotecnia no sólo busca que se nos reconozca por un atributo en particular, sino que se nos dé una posición determinada dentro de una jerarquía de valor, y esto generalmente se realiza con relación al líder de la manifestación artística o fenómeno de que se trate.

Si el Ballet Juvenil de Canadá es el líder en nuestra mente en esa categoría, el resto de las compañías de ballets juveniles que conozcamos van a ocupar una posición subordinada con relación a ésta, que es para nosotros, la mejor.

Existen varias estrategias de posicionamiento siendo las mas reconocidas por los expertos las siguientes :

1.      Fortalecer nuestra posición en la mente de los públicos.

2.      Buscar posicionarnos por un atributo que no ocupe nadie.

3.      Desposicionarnos o reposicionarnos frente a la competencia.

En cualquiera de los casos, el criterio y la estrategia de posicionamiento que definamos como estrategia mercadotecnica, va a marcar todo el trabajo de nuestro proyecto.

Si decidimos posicionarnos como un proyecto de primer nivel, todas las acciones que desarrollemos, nuestro estilo de trabajo, y toda nuestra gestión, tendrán que ser consecuentes con ese criterio.

No importa quién soy y cómo me percibo, si los públicos me perciben de una forma diferente a la que me he propuesto, o me colocan en sus mentes en una categoría y posición que no es la que deseo.

En términos generales la mercadotecnia nos conduce a formularnos cuatro preguntas básicas:

  • ¿Quién soy?
  • ¿Cómo me percibo?
  • ¿Cómo quiero que me perciban?
  • ¿Cómo me perciben?

Las preguntas anteriores son exponente obvio de la relación existente para la mercadotecnia entre los  conceptos : identidad, imagen y posicionamiento. Toda la gestión  mercadotecnica de cualquier  proyecto tiene que trabajarse como sistema teniendo siempre presente la relación entre estos tres elementos, y esto será decisivo para que el público nos reconozca, nos identifique y nos prefiera.

Mar 162010
 

La imagen artística es un tipo particular de imagen que habita  primero, de manera subjetiva en la mente del artista, y que posteriormente este objetiviza en lo que algunos autores han dado en llamar “material del arte”.

La imagen artística es percibida por el público y convertida después por cada uno de ellos en su propia y única imagen del hecho artístico.

Desde la mirada de la mercadotecnia no todos los proyectos giran alrededor de una fuerte personalidad artística que los impregne de manera inconfundible a partir de su estética. Cuando se tiene la suerte de trabajar con este tipo de proyecto, gran parte del sello identitario  está garantizado, y la imagen de marca que se generará en la mente de los públicos será más fuerte y estará mejor definida que la que logren generar proyectos donde toda la identidad haya que construirla, o donde la imagen artística sea dudosa.

Es indiscutible que una imagen artística fuerte ayudará a la mercadotecnia en la generación de una imagen de marca, pero también incidirán en ella aspectos como: la seriedad, el profesionalismo, etc., pues la imagen global se apoya en signos de identidad y asociaciones mentales.

Algunas veces una sola imagen artística marca con mucho énfasis, o colorea para siempre, la obra de toda una vida de un artista. La Gioconda colorea la obra de Leonardo da Vinci, y Cien años de soledad colorea la obra de García Márquez.

Otro aspecto importante en la categoría imagen desde la mercadotecnia, es la auto percepción o auto imagen, que se produce cuando subjetivizamos nuestra identidad. Independientemente de las imágenes que seamos capaces de generar en nuestros diferentes públicos también nosotros desarrollamos una imagen de nosotros mismos ya sea a nivel individual, grupal u organizacional.

Éste es un fenómeno muy interesante para la mercadotecnia, y de importancia vital para el posicionamiento. Autocategorizarnos y pensarnos de una forma determinada a priori, puede llevarnos a imaginarnos como lo que realmente no somos, y esto puede conducirnos a desarrollar falsas expectativas internamente y en nuestra relación con los públicos de nuestro interés.

Criterios como: somos los mejores,  los más populares, somos incomprendidos,  los más demandados, somos excelentes,  los máximos exponentes de un género, puede conducirnos a desarrollar estrategias de comunicación y posicionamiento erradas, y a gastar un tiempo y un esfuerzo en acciones mercadotecnicas inútiles que no conducen a nada. Resulta muy importante no “etiquetarnos” nosotros mismos con créditos equivocados, ser modestos y esperar a que el público o la crítica se pronuncien.