Jun 182010
 

Hoy quiero abordar un tema interesante, y es el referido a la noción que por lo general se tiene acerca de la mercadotecnia. Parto de una experiencia concreta de vida que está dada por el hecho de que hace unos meses impartí un modulo de maestría sobre Mercadotecnia para proyectos artísticos a directores de documentales, y el primer día de clases, al llegar y presentarme ,un alumno me dijo : ¿ Ud. es la que nos va a enseñar a hacer negocios ? y yo le contesté, no, yo soy la que los voy a enseñar a PENSARSE para que después puedan hacer negocios.

Ese simple intercambio de palabras  se ha mantenido en mi mente como algo extraordinariamente interesante, pues en él se resume, la percepción generalizada que sobre la mercadotecnia tienen la mayoría de los mortales .
Existe una tendencia generalizada a ver el tema de la mercadotecnia asociado a la figura de las empresa y a los negocios de transacción, cuando en realidad no podemos decir que exista ni un solo tipo de mercadotecnia ni tampoco que esta esté relacionada exclusivamente con este tipo de entidad y este tipo de intercambio.

Cuando hablamos de mercadotecnia estamos hablando ante todo de lo que muchos expertos reconocen como”mentalidad mercadotecnica”, la que supone una forma particular de abordaje de las relaciones de intercambio que se dan a todos los niveles de nuestra existencia. Esta mentalidad demanda una forma particular de abordaje de la realidad y una forma también particular de “pensarnos” a nosotros mismos antes de negociar cualquier cosa con cualquiera teniendo muy claros además, los objetivos que queremos lograr a diferentes plazos, sin cuya definición no se puede alcanzar nada.

En el caso de los alumnos de la maestría a que hago referencia, después de quince días de profundizar hasta el fondo en las potencialidades de sus proyectos desde esta perspectiva, ellos mismos descubrieron que no estaban preparados para venderse a nadie, pues no conocían a fondo entre otras cosas: qué diferenciaba a sus  proyectos de proyectos similares a los de ellos,que realmente necesitaban, cuáles eran sus fortalezas y debilidades internas, cuáles eran las oportunidades y amenazas que el entorno representaba para ellos, ni quieren eran sus públicos potenciales.

Después de hacer esta suerte de “exorcismo” fue que estuvieron en condiciones de saber realmente que querían alcanzar, dónde debían hacer la fuerza y que beneficio representaban sus proyectos para terceros.
El taller final fue una fiesta.

May 282010
 

Hoy quiero compartir con los lectores algunos criterios relacionados con la importancia que desde el punto de vista mercadotécnico tiene para los artistas y sus proyectos la participación en eventos especializados.

Para nadie es un secreto, que cada manifestación artística cuenta con un sistema de eventos especializados que pueden presentarse en forma de festivales, ferias, conferencias, bienales, bolsas comerciales, encuentros u otras modalidades , muchos de los cuales son de larga data , gozan de un gran reconocimiento a nivel mundial, y son cita obligada de todos aquellos que quieren obtener un posicionamiento claro en el mercado.

Son estos espacios vitales para cualquier artista, porque en ellos se puede intercambiar experiencias,obtener información, confrontarse artísticamente,ganar visibilidad, obtener reconocimiento mediante premios, menciones etc., desarrollar negociaciones imprescindibles para materializar nuestros sueños, y entre otros aspectos ,establecer nuevas relaciones de trabajo.

Este es un tipo de actividad muy común y muy importante en nuestro medio y a la que lamentablemente en muchas ocasiones no le sacamos el partido necesario ,pues no desarrollamos una estrategia previa de participación que nos permita optimizar desde el punto de vista mercadotécnico nuestra presencia en estos espacios.

No todos los eventos especializados tienen las mismas características ya que mientras algunos son promocionales, otros son comerciales, competitivos o teóricos por lo que no en todos se puede participar igual y en muchos casos es importantisimo que participemos en algunos y en otros no. Para ello resulta fundamental establecer con claridad a dónde queremos llegar y estudiar y evaluar claramente cada evento para precisar efectivamente cuál de ellos resulta vital para nuestro futuro y cuál no.

A veces ocurren que nos invitan y en este caso es lógico que participemos, pero debemos estudiar a fondo que podemos obtener de nuestra presencia allí, para no desaprovechar la oportunidad. Conozco muchos artistas que van a estos espacios, se presentan, y no trabajan la oportunidad en beneficio propio pues no llevan elaborada ninguna estrategia previa de participación para optimizar su presencia allí.

Antes de participar en cualquier actividad de este tipo va a resultar imprescindible conocer:

* Naturaleza del evento ( si es comercial, promocional o de otro tipo )
* Beneficios esperados de nuestra participación.
* Costos de participación.
* Relación costos /beneficio esperado
* Antecedentes de otras participaciones
* Con qué objetivo participamos
* Quiénes participan además de nosotros y su nivel o importancia
* Quiénes son los invitados especiales o de determinado nivel
* Cuál es el idioma oficial del evento

* Quién es quien en el comité organizador

A partir de conocer todos estos elementos, estaremos en condiciones de desarrollar una estrategia de participación coherente en la que prefijemos objetivos a lograr y diseñemos una estrategia de comunicación lo suficientemente inteligente para que coadyuve al logro de los mismos.

Nuestra imagen en este tipo de actividad, deberá ser consistente en todos los medios y soportes de comunicación que utilicemos y debemos prepararnos para poder comunicarnos eficientemente en el idioma del evento y por todas las vías que se nos presenten, hayan sido o no, planificadas con anterioridad.

Muchas veces se piensa que por participar una vez en un evento ya se obtiene todo lo que esperábamos de ese mercado, circuito o de ese espacio. Esto no es así, es imprescindible darle continuidad a las relaciones establecidas que allí surjan.

Un evento no termina cuando se cierran sus cortinas o se desmantelan sus stands pues es justamente ahí donde empieza el trabajo, por lo que, si participamos por participar por “amor al arte” o simplemente por cambiar de entorno o de territorio estaremos botando dinero, tiempo y esfuerzo. No se puede participar en un evento sino se tiene claro para que, y si no tenemos una estrategia de comunicación clara.

Este es un tipo de acción en la que todos los instrumentos de comunicación deben funcionar como un todo único, pues en ellas se puede combinar la publicidad con las ventas personales, las relaciones públicas, el merchandising (stands) y actividades de promociones de venta.

Hay que prepararse desde el punto de vista mercadotécnico antes de participar en cualquier evento de este tipo.

May 192010
 

P- ¿Podemos considerar que el mercado legitima al arte?

R- Totalmente. La dinámica de los mercados de arte es tan poderosa, que es capaz de legitimar o hundir a cualquiera.  En la legitimización del arte intervienen muchos actores sociales y no sólo uno, y entre los más importantes podemos citar a la crítica, a la historia, a los expertos, a la sociedad, pero sobre todo a los públicos que son, en definitiva, los que dicen la última palabra acerca de cualquier propuesta, y los que en su condición de mercados, permiten al arte ejercer su función social. Si pensamos en los mercados como universos de infinitos públicos actuales y potenciales, tenemos que entender la importancia que tiene para cualquier artista, colocar su producción en cualquier circuito sea o no comercial porque como ya dije anteriormente, sin público no hay obra de arte. Es importante entender  que no existe un solo mercado para el arte, y cada manifestación artística tiene estructurados sus mercados en circuitos con particularidades especificas, formas particulares de fijación de precios, estrategias de comunicación propias, y espacios de larga data donde se realizan las negociaciones gruesas para temporadas, grabaciones, producciones, ediciones etc. De igual forma, en cada mercado existen circuitos de niveles diferentes donde lo A va en lo A y lo C en lo C. Sin embargo, la fuerza de las transnacionales y de los mega mercados que dominan muchos circuitos es tal, que asistimos constantemente al lanzamiento, colocación y legitimización a nivel universal de producciones de calidad media y hasta baja que son “infladas” y colocadas en las mentes de los públicos a partir de imágenes construidas con grandes cantidades de recursos y estrategias promocionales trabajadas para segmentos de públicos particulares mediante el uso de lo que denomino un marketing “feroz”. Estas propuestas logran “pegar”, venden millones y logran una legitimización por la vía del mercado, permaneciendo muchas veces un tiempo medio en la preferencia de los públicos o en otros casos quedando para siempre en el gusto de ese público, ahora su público. Por el contrario, puede ocurrir que tengamos una buena propuesta y entremos en un circuito equivocado, con precios equivocados y con una comunicación que no cumpla con los estándares exigidos y en ese caso, el mercado nos hunde. Esto es algo que siempre digo a los artistas con que trabajo, que si por el desespero entran en un circuito que no tiene el nivel de lo que hacen, con precios por el suelo, y con una mala comunicación, de ahí no van a poder salir.

Ahora bien, hay publico para todo, y no podemos excluir a aquellos artistas que son capaces con su tenacidad y esfuerzo de construir su propio público y su propio mercado, y aunque a nosotros no nos guste lo que hace, hay un público, su público, que los sigue y seguirá para siempre. También los clásicos han sido legitimados por los públicos que durante generaciones los han contemplado atribuyéndoles nuevos significados, y es altamente ilustrativo de este fenómeno, el caso de las artes plásticas, donde mediante las subastas, que funcionan como verdaderos mercados bursátiles, se legitima  claramente la obra de un artista por sobre la de otro.

May 052010
 
“Nápoles era la ciudad artística más importante de época, y aunque los pintores no escaseaban, yo era vista como una curiosidad… aún así, a pesar del exceso de trabajo y de los honores que este conllevaba-algo de lo que ninguno habría renegado para su gloria-, allí la vida no era tan cómoda como en Roma. Existía una gran rivalidad, Nápoles, estaba ávida de ganancias, mis nobles clientes exigían más trabajo por menos dinero, por no hablar de sus imperativas exigencias con respecto a unos gustos que no coincidían obligatoriamente con el mío y que me despojaba de esa libertad de ejecución que antes había conocido obligándome sobre todo a hallar una manera de pintar que satisficiera al pagador sin traicionar empero los rasgos que yo consideraba propios de mi talento. El arte, pues, consistía también en negociar hasta el menor detalle para llegar a un acuerdo”.

Artemisia Gentileschi.
Pintora italiana del Barroco.
Fuente :Rauna Jamis (1999) Artemisia Gentileschi. Ediciones Circe. Barcelona
Enseñanza mercadotécnica: Desde la antigüedad los artistas han tenido la necesidad de aprender a negociar sus producciones sin hacer concesiones estéticas.

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“Debo decir que estoy aterrado con los efectos del mercantilismo en el arte y en particular en la danza. Si perdemos el espíritu de comunicación con nuestro público, y comenzamos a hacer danza “enlatada,” encaminada a dar respuesta a los requerimientos de un director, o un coreógrafo nacional o foráneo, para satisfacer una demanda puntual de mercado, estamos a un paso de acabar con todo lo que tanto trabajo ha costado hacer.
Yo nunca me plantee: tengo que ganar un público, tengo que agradar a un público Mi pregunta fue: ¿qué es lo que yo quiero hacer? y sin concesiones de ningún tipo me propuse trabajar.”

Ramiro Guerra

Bailarín y coreógrafo

Pionero de la danza moderna en Latinoamérica.

Fuente :Fragmento de entrevista realizada por la autora.2008

Enseñanza mercadotécnica: No es lo mismo vender lo producido que producir lo que se vende.

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“Cada periodo histórico está representado en la música sinfónica por códigos propios que conforman estilos particulares. Es imprescindible conocer a fondo los códigos propios de cada estilo para poder especializarse en uno o poder interpretar con éxito varios o todos.  Si no se profundiza y estudia a fondo cada uno, todos sonaran igual. Aún aquellos artistas que quieran subvertir los códigos de un estilo sólo conociéndolo podrán hacerlo con éxito.

Maestro Iván del Prado.

Director de Orquesta.

Fuente :Fragmento de entrevista realizada por la autora. 2007

Enseñanza mercadotécnica: Existe una tendencia irresistible a ampliar la línea. Experimente, pero sólo cuando esté seguro de dominar un estilo pase a otro.

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“Advertí que mi lucha para inmortalizarme como estricto concertista de piano, iba a ser terrible, no teniendo ni apellido terminado en wsky o en otra rara combinación de letras, y no teniendo tampoco bienes ni  rentas ni nada por el estilo para vivir, sino sólo mi inspiración de compositor y mis manos de pianista. Advertí también que aún en el concierto cuando Lecuona interpretaba a Lecuona, el público lo mismo en La Habana como en Madrid, vibraba de entusiasmo. Advertí también que mis composiciones eran acogidas con entusiasmo loco y como algo distinto a lo del mismo género de otros autores.
Esto me hizo reflexionar y tener la ambición de ser único en lo mío: ser Lecuona, teatro de Lecuona, canciones de Lecuona, piano de Lecuona… Serlo en mi país, en Noruega, en China, en Rusia…”

Ernesto Lecuona

Pianista, compositor

Fuente :Arturo Ramírez. Entrevista a Ernesto Lecuona. Revista Bohemia. 23 /3/1942

Enseñanza mercadotécnica: Algunos artistas definen ellos mismos, por pura intuición y experiencia de vida , cuál es la variable de posicionamiento por la que quieren que el público los coloque en su mente.

May 052010
 
  • Cada acción, proyecto, u organización artística, va a demandar el diseño de una  gestión mercadotecnica particular y única, la que va a demandar de  sus gestores una capacidad creativa que la haga lo suficientemente efectiva para propiciar el logro de los objetivos propuestos con el mayor impacto posible. Aquí no se puede copiar.
  • Para la mercadotecnia, que si no hay problemas no hay oportunidades y esto es algo en lo que cualquier artista se tiene que sentar a pensar.Siempre aparece una oportunidad dentro de los problemas. No se deje aplastar, encuentre la suya y trabaje sin descanso.
  • En organizaciones artístico-culturales grandes, muchas de las funciones mercadotécnicas imprescindibles para funcionar y sobrevivir son asumidas por departamentos o áreas especializadas, pero en la mayoría de los proyectos que nos rodean, todas las funciones mercadotecnias deben ser asumidas por un único y mínimo equipo de trabajo- muchas veces los propios artistas, para los que tener instrumentos eficientes que los ayuden a economizar recursos y optimizar resultados se convierte en una necesidad vital. Estudie para que pueda competir con técnica.
  • Cada proyecto u organización artística tendrá que seleccionar puntualmente de la caja de herramientas que la mercadotecnia pone a su disposición,  aquellas que les resulten importantes para su gestión en un momento dado.No todo sirve para todo y a todos por igual.
  • Es un hecho casi constante y generalizado la limitación de recursos en la actividad artística, pero paradójicamente a lo que se pueda suponer, no somos realmente pobres pues tenemos en nuestras manos un tesoro que puede resultar de interés para muchos, pero que tenemos que saber colocar en sus mentes.  Desde la mirada mercadotécnica, piénsese siempre como oportunidad y no como problema.
  • Gestionar procesos artísticos- culturales se vuelve cada día más complejo, lo que exige un alto grado de comprensión y de identificación con los significados del arte y la cultura, así como un mayor grado de conocimientos y habilidades. Aprenda siempre de todo y todos.
  • Trabajar con proyectos en esta esfera demanda no sólo conocimientos y habilidades específicas, sino características personales particulares entre cuyos rasgos destaca la sensibilidad. Muchas personas –que nunca serán artistas- sienten una gran inclinación por el arte y dedican su vida a potenciar proyectos artístico- culturales  de muy variada naturaleza. Estas personas sin ser profesionales de la mercadotecnia, llegan a convertirse en verdaderos promotores y gestores de extraordinaria capacidad para sintonizar con los artistas, convirtiéndose sus  prácticas profesionales y de  vida, en estilos de gestión  de los que también  tenemos que ser capaces de aprender.
  • En los proyectos y organizaciones artístico-culturales, el liderazgo es común, ya que personalidades artísticas fuertes, bien definidas estéticamente, con propuestas artísticas interesantes así como  intelectuales de gran capacidad de convocatoria, actúan como líderes natos para convocar a otros a seguirlos en sus propuestas. En estos casos, no siempre se logran estabilizar las propuestas como proyectos estables en continuo desarrollo, pero en otros, estas personalidades  artísticas son capaces de estabilizar  proyectos que llegan a convertirse en extraordinarias organizaciones con gran nivel de complejidad y capacidad de maniobra.
May 052010
 

Existen para la mercadotecnia diferentes tipos de intermediarios, los que se clasifican básicamente por la relación que establecen con el producto o los servicios que van a distribuir.

Algunos intermediarios compran y revenden las producciones de otros, y en este caso se denominan intermediarios comerciales, las agencias de representación buscan clientes y pueden negociar a título del productor pero no reciben título de propiedad sobre los productos que representan y se les conoce como intermediarios agentes. Algunos compran los derechos de uso o distribución de los nombres artísticos, comerciales, imagen o marca registrada y reciben diferentes denominaciones, como pueden ser ;concesionarios, licenciatarios o franquiciadores, y por último,algunos intermediarios participan en la distribución como proveedores de servicios (publicidad, transporte, bancos etc.) y se conocen como facilitadores. Un ejemplo de facilitadores son las llamadas agencias de “touring”, que son contratadas por las agencias de representación artística, con el objetivo de garantizar toda la logística (transportación, comidas, alojamiento) etc. de las giras que organizan.

Es obvio que los intermediarios que estamos señalando desde la mercadotecnia son intermediarios que actúan dentro del mercado artístico-cultural, con objetivos básicamente comerciales, pero existen otros mediadores, que favorecen la producción artística sin propósitos económicos, los que también propician el contacto del arte con el público, y cuya función fuera de este ámbito, también es vital para la realización del arte. Podemos pensar en gobiernos con políticas culturales fuertes, instituciones sin fines de lucro, filántropos que actúan como mecenas modernos etc.

La selección de intermediarios es un asunto muy delicado y estratégico, que va a impactar en el resto de los elementos de la mezcla mercadotécnica.  Al seleccionar intermediarios, estamos estableciendo una relación de tiempo, de al menos de dos años, con alguien a quien vamos a entregar nuestra producción para que la coloque en un uno o varios mercados o circuitos. Si la selección es acertada, las posibilidades de éxito son altas, pero si nos casamos con alguien equivocado, estaremos “hipotecando” nuestro trabajo por ese tiempo, y estaremos perdiendo otras oportunidades. Cuando por error o desconocimiento, nos aliamos también con intermediaros que no tienen buena imagen, esta transferencia de imagen pasará a nosotros, y costará mucho esfuerzo poder modificarla.

Para la mercadotecnia la selección de intermediarios y el diseño de un canal distributivo parte de una pregunta clave: ¿dónde está el publico final al que quiero llegar? y a partir de ahí se estructura el canal. No será lo mismo el canal necesario para llegar a China, que para llegar a Costa Rica,  al Museo de Arte Moderno de New York o al público de Sidney. Cada diseño de canal es único, y específicamente concebido para un propósito particular.

Aún y cuando los intermediarios en la esfera artístico-cultural, juegan un papel importante para los artistas, el desarrollo y las posibilidades económicas y de gestión que han llegado a alcanzar algunos intermediaros en el contexto globalizado en que vivimos, los ha convertido en verdaderos dueños monopólicos de determinados circuitos de distribución a nivel mundial. Este copamiento en la distribución se observa con mas fuerza que en otras en la esfera audiovisual y la discográfica.

Antes de buscar intermediarios, debemos tener claridad acerca de varias cuestiones estratégicas de carácter interno sin cuya definición estaremos trabajando a ciegas: Estas cuestiones son las siguientes:

  • Naturaleza y características particulares de nuestra propuesta.
  • Posicionamiento que buscamos.
  • Mercado (s) a los que queremos llegar.
  • Recursos con que contamos para lograr ese objetivo.

Antes de firmar con alguien para que nos  represente o distribuya, es muy importante conocer a fondo las posibilidades reales y el prestigio con que cuenta esa persona o entidad, y en que medida su trabajo se aviene a nuestros intereses y a lo que hacemos. Lanzarnos a ciegas a esta aventura, puede resultar muy riesgoso. Los principales elementos que tenemos que conocer acerca de nuestros intermediarios en  este proceso son los siguientes :

Acceso al o los mercados o circuitos  de nuestro interés.

  • Prestigio y eficacia probada en el giro.
  • Catálogo que representa o ha representado.
  • Dominio de su función.
  • Antigüedad.
  • Recursos financieros con que cuenta.

Las variables anteriores, constituyen los criterios fundamentales que debemos considerar al seleccionar intermediarios, y que no deberemos dejar de tener en cuenta, aún y cuando sean ellos, los que nos seleccionen a nosotros.

A pesar de que estos elementos resultan óptimos desde el punto de vista teórico, para la mercadotecnia no son suficientes. Es imprescindible lograr que nuestros intermediarios crean totalmente en nuestro trabajo, se enamoren de nuestras propuestas, y estén en total sintonía con nuestros objetivos artísticos, nuestra moral y nuestra ética como persona. Si no se crea un entendimiento total, no se promueve un clima de sinceridad, y no se logra una energía positiva que permita el desarrollo de un trabajo en equipo, el resultado será sumamente estresante, y es posible que los resultados mercadotécnicos  no sean los que esperamos. Una comunicación permanente y positiva es imprescindible, para lograr que esta relación de trabajo sea una relación productiva y feliz.

May 052010
 

Resulta una paradoja, que al tema de la distribución dentro de la mercadotecnia sea uno de los temas a los que generalmente menos atención se dedica, aún y cuando,  de la selección acertada de los intermediarios pueda depender, en muchos casos, el éxito o fracaso de nuestras propuestas artísticas. En la gestión mercadotecnica de cualquier proyecto este es un tema esencial.

Cuando el arte era un fenómeno “espontáneo”, y su impacto era muy localizado, el artista tenía acceso casi siempre a su reducido público final. Con su desarrollo  surgieron, casi desde el inicio, una serie de intermediarios, qué como mediadores de diferente naturaleza, se dedicaron a enlazar a los creadores con sus públicos finales.

La impronta de la modernidad, con sus expansivas y progresivas fuerzas, propició la universalización del mundo, a partir de nuevas formas de comunicación y  la utilización gradual de descubrimientos tecnológicos tan importantes como: la máquina de vapor, la imprenta, el gramófono y el cinematógrafo. Todo esto propició la expansión de  la circulación del arte en un mercado cada vez mas y mas estructurado, lo que  fortaleció la presencia de  intermediarios que como entidades independientes, se constituyeron en negocios especializados, muchos de los cuales tienen  hoy en día tienen alcance mundial, y suficiente  capacidad económica y de gestión,  para colocar, o descolocar, las producciones de su interés, al nivel que deseen.

Es un hecho incuestionable que hoy más que nunca, casi todos los creadores dependen de uno o más intermediarios para poder realizarse artísticamente frente al público final de su interés. Entre los múltiples tipos de intermediarios que pueden aparecer, un escritor necesita casi siempre de una editorial,  un agente o una agencia literaria; un artista plástico de un marchan, un museo, una agencia comercializadora, o una red de galerías que asuma la promoción de su obra; un grupo de teatro y danza de un presentador, un teatro o una agencia; un músico de una productora  discográfica y/o una editora musical, un cineasta de una casa productora y/o una distribuidora, un artesano artístico de una boutique, una tienda especializada o una empresa comercializadora ,y  los artistas en vivo que deseen girar nacional o internacionalmente, dependerán de agencias especializadas dedicadas a la organización de giras artísticas, y de toda una red de presentadores a nivel local, que les posibilitarán acceder a  los públicos finales de su interés.

Dice la mercadotecnia, que la secuencia de intermediarios necesarios para llegar al lugar previsto, con la calidad requerida, y en el tiempo estimado, se llama canal de distribución y que este no es mas que la secuencia de intermediarios (instituciones comerciales) que permiten el flujo de productos desde el productor al mercado final. Normalmente, los intermediarios son organizaciones independientes del productor, y su vinculación, es a través de una compra-venta o depósito del producto.

Al igual que en el mercado de bienes materiales y servicios, existen en el mercado del arte, intermediarios especializados, los que disponen de amplios conocimientos, contactos, mecanismos y recursos con los que generalmente no cuenta el artista. Es muy difícil y costoso que un artista pueda auto colocarse en uno o varios circuitos a la vez. Los intermediarios o distribuidores no sólo tienen la experiencia de navegar a través de complejos asuntos, sino que también tienen contactos en el mercado que a un realizador o un artista le tomaría muchos años y miles de dólares en viajes poder obtener. Para la  mercadotecnia la distribución es un trabajo de tiempo completo de vital importancia para el trabajo de cualquier artista.

Apr 062010
 

No se debe confundir el patrocinio  con las actividades de mecenas y filántropos que históricamente han apoyado las  manifestaciones artístico- culturales  por motivos altruistas. Aún cuando ambos fenómenos tienen como característica común el apoyo a actividades de interés público, la naturaleza del que hace el aporte, y los objetivos que busca con éste, los diferencia claramente. Mientras el mecenas es aquel  individuo (generalmente un particular), que hace una aportación gratuita para promover o proteger determinas actividades relacionadas con las artes, las letras o la cultura en general sin ninguna finalidad comercial, el patrocinador, (una entidad) hace aportes a la actividad patrocinada pero a cambio de publicidad para su marca o productos.

Mientras el patrocinador aspira a: “hacer saber  por todos los medios que él ha patrocinado determinada actividad, es decir, busca una ventaja publicitaria asociando su nombre con una actividad o producto como parte de su estrategia de comunicación, el mecenas busca ser discreto, aunque eficaz, para dotarse de una personalidad determinada a partir  de establecer una relación menos directa con el producto y buscar un reconocimiento público por medios menos directos. Aún cuando en nuestros días la actividad filantrópica hacia los artistas y el arte  sigue existiendo, el patrocinio como negocio ha alcanzado un gran auge con el desarrollo de  la publicidad de marcas .

Es imprescindible tener conciencia, de que el patrocinio es un mecanismo típico de comunicación promocional.

Un impulso decisivo para el desarrollo de este  fenómeno, fue el surgimiento de la televisión comercial la que posibilitó, no sólo llevar la publicidad de marcas a todos los hogares, sino hacer demostraciones de las bondades de los productos en vivo. Las llamadas “soap operas”  las conocidas como “telenovelas”, constituyen un ejemplo clásico de patrocinio, en el que los productores,  comercializadores o distribuidores de jabones y productos de higiene doméstica y personal, buscan llegar a su público objetivo: las mujeres amas de casa, financiando los espacios dramatizados de la preferencia de éstas, a cambio de publicidad para sus marcas.

Otras actividades fuertemente patrocinadas son los deportes, cuya  cobertura mediática es muy grande, y donde productos y servicios de marca reconocida como pueden ser: balones, zapatillas, bebidas energizantes, cronometraje electrónico etc., se ponen en uso frente a los espectadores  en momentos de ocio.

A diferencia del mecenazgo o la actividad filantrópica, donde el apoyo se brinda y supuestamente  no se espera nada a cambio en términos de publicidad y otros beneficios explícitos, en  la relación de patrocinio se producen un intercambio regulado a priori, donde ambas partes reciben beneficios previamente acordados mediante contrato.

Debe destacarse que el patrocinio es un negocio, y que nunca existen dos negocios de patrocinio iguales, dado que las necesidades de comunicación, intereses de las partes  y características de las actividades, productos o servicios de los involucrados en cada relación pueden ser de muy disímiles y de variada naturaleza.

Es importante a la hora de hacer patrocinio, seleccionar muy cuidadosamente cuáles son aquellas actividades que pueden beneficiarse mutuamente de ésta relación. Hay que ser muy cuidadosos a la hora de hacer éste tipo de actividad, dado que la transferencia de imagen es uno de los aspectos más delicados en este tipo de relación. El viejo proverbio que reza: “dime con quien andas y te diré quien eres” también se cumple aquí. Quiéralo o no, las bondades o deficiencias de su aliado pasarán inexorablemente a Vd., su proyecto o entidad y si son negativas pasará mucho tiempo antes que el público lo olvide. Una alianza equivocada, o hecha festinadamente, puede resultar en  un tremendo error con consecuencias impredecibles.

En las actividades artístico-culturales este proceso debe ser realizado de forma muy cuidadosa y buscando siempre que exista una concordancia entre las naturalezas, productos, servicios, razón de ser y prestigio de los que deciden “casarse”.

Mar 162010
 

El desarrollo vertiginoso de las comunicaciones y las industrias culturales, ha  determinado un  reposicionamiento del arte y la cultura como fenómenos no sólo sociales, sino económicos lo que lo ha abierto una nueva posibilidad de trabajo para la mercadotecnia de los negocios y empresas.

Si tenemos en cuenta que las manifestaciones y productos artístico-culturales se consumen en momentos de ocio, apelan a mensajes generalmente  emocionales, satisfacen necesidades del más alto nivel, tienen la posibilidad de llegar a donde otros no pueden llegar, son de alto impacto al realizarse de manera amplificada mediante la combinación de textos, música, imágenes, color , movimiento, y son además generalmente objeto de gran difusión, es evidente que todo ello las hace extraordinariamente atractivas para las estrategias de comunicación mercadotecnicas de aquellos patrocinadores potenciales que buscan penetrar segmentos nuevos de mercado ,ennoblecer su gestión , o mejorar su imagen pública.

Desde la década de los 80, se ha ido produciendo a nivel internacional, un desplazamiento de la mirada “filantrópica” hacia el arte, hacia una mirada  en términos de “valor de mercadeo,” lo que ha  representado un cambio  de  motivos para el apoyo a las artes y la cultura en general. Algunos expertos,  piensan que cada día mas, la razón sustituye a la emoción y vemos una tendencia que se aleja de la pura filantropía y va hacia una alianza de la empresa con las artes, en virtud de la cual se cumplen las metas mercadotecnicas de los negocios y al mismo tiempo se ayuda a las artes.

Este interés de las empresas por  invertir en las actividades artísticas y culturales es tema de gran controversia a nivel internacional pues algunos autores  temen que los criterios culturales acaben triturados bajo la maquinaria de la mercadotecnia, mientras otros consideran no sin reservas, que la exigencia de su regulación responde a un interés social justificado , entre otros; el de incorporar al campo cultural las aportaciones económicas de nuevas instituciones, que a la vista del empuje de las industrias culturales y las limitaciones del estado, resultan cada vez más necesarios. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de muchos Estados, el patrocinio cultural no alcanza  a nivel internacional los niveles que se observan en otras actividades como pueden ser la salud, el medio ambiente o los deportes.